La Busqueda del Pergrino

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Mi anuncio es claro El compromiso inspirador de un joven pastor africano de Zimbawe

Soy parte de la comunidad de los que no tienen vergüenza. Tengo el poder del Espíritu Santo, mi suerte está echada. He cruzado la línea. La decisión fue tomada. Soy un discípulo de Jesús. No voy a mirar atrás, darme por vencido, detenerme, retroceder, o quedarme quieto. Mi pasado está redimido, mi presente tiene sentido, mi futuro está seguro. Ha terminado mi vida de miseria, mi andar por vista, mis pequeños planes, mis rodillas suaves, mis sueños descoloridos, mis visiones limitadas, mi hablar mundano, mi escasa generosidad, y mis metas minúsculas. Ya no necesito preeminencia, prosperidad, posición, promociones, aplausos, o popularidad. No tengo que estar en lo correcto, ser el primero, ser reconocido, o recompensado. Ahora vivo por fe, descanso en Su presencia, camino con paciencia, me levanto en oración, y me esfuerzo. Mi mirada está enfocada, mi paso es rápido, mi meta es el cielo, mi ruta es angosta, mi camino es escabroso, mis compañeros son pocos, mi Guía es confiable, y mi misión es clara. No puedo ser comprado, comprometido, desviado, seducido, devuelto, engañado, o retrasado. No puedo acobardarme frente al sacrificio, vacilar en presencia del adversario, negociar en la mesa del enemigo, reposar en la alberca de la popularidad, o vagar en el laberinto de la mediocridad. No me daré por vencido, no me callaré, no abandonaré, hasta que no me haya levantado, atesorado, orado, y predicado por la causa de Cristo. Soy un discípulo de Jesús. Debo seguir hasta que Él venga, dar hasta desmayar, predicar hasta que todos sepan, y trabajar hasta que Él me detenga. Y cuando Él venga por los Suyos, no tendrá problemas en reconocerme – mi anuncio será claro.