La Busqueda del Pergrino

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1. La primacía de la narrativa bíblica Hacemos un llamado a volver a la prioridad de la historia canónica del Dios trino. Esta historia—la creación, la encarnación y la re-creación – fue efectuada por la recapitulación que Cristo hizo de la historia humana, y resumida por la Iglesia primitiva y sus reglas de fe. El contenido de estas normas basado en el evangelio, fue la clave para la interpretación de la Escritura y su crítica de la cultura contemporánea; y así se formó el ministerio pastoral de la iglesia. Hoy hacemos un llamado a los evangélicos a que rechacen los métodos teológicos modernos que reducen el evangelio a meras proposiciones; y que no abracen los ministerios pastorales contemporáneos tan compatibles con la cultura que camuflajan la historia de Dios o la vacían de su significado cósmico y redentor. En un mundo de historias de oposición, llamamos a los evangélicos a recobrar la verdad de la Palabra de Dios como la historia del mundo y hacer de ella el centro de la vida evangélica. 2. La Iglesia, la continuación de la narrativa de Dios Hacemos un llamado a los evangélicos a tomar seriamente el carácter visible de la Iglesia. Los retamos a un compromiso con su misión en el mundo en fidelidad a la misión de Dios ( Missio Dei ) y a explorar las implicaciones ecuménicas que esto tiene para la unidad, la universalidad y la apostolicidad de la Iglesia. Por lo tanto, llamamos a los evangélicos a darle la espalda a un individualismo que hace de la Iglesia una mera adición al plan redentor de Dios. El evangelicalismo individualista ha contribuido a los problemas actuales relacionados con la falta de cristiandad en las iglesias, a redefiniciones de la Iglesia según modelos comerciales, a eclesiologías separatistas y actitudes condenatorias hacia la Iglesia. Por consiguiente, llamamos a los evangélicos a recobrar su lugar en la comunidad de la Iglesia universal. 3. La reflexión teológica de la Iglesia acerca de la narrativa de Dios Hacemos un llamado a la reflexión de la Iglesia para permanecer anclados en las Escrituras en continuidad con la interpretación teológica aprendida de los primeros padres. Por lo tanto, llamamos a los evangélicos a alejarse de los métodos que separan la reflexión teológica de las tradiciones comunes de la Iglesia. Estos métodos modernos compartimentalizan la historia de Dios mediante el análisis de sus partes por separado, sin tener en cuenta toda la obra redentora de Dios como una recapitulación en Cristo. Las actitudes anti- históricas también pasan por alto el legado común bíblico y teológico