La obra redentora de la pobreza: Guía del mentor

34 / LA OBRA REDENTORA DE LA POBREZA GUÍA DEL MENTOR

Al trabajar en comunidades de pobreza y servir a aquellos cuyas vidas están siendo gravadas por traumas espirituales, físicos o psicológicos, será un desafío mantener la frescura y la fuerza que necesita. Puede obtener esa frescura y fuerza de estos Ritmos de la vida. Pueden protegernos de quemarnos, de ser tóxicos y de estar demasiado estresados. Tres meses viviendo y trabajando en comunidades que están estresadas y económicamente deprimidas y socialmente bajo presión es suficiente para romper todo el altruismo con el que comenzó. Las personas llamadas a servir en estas comunidades a menudo piensan que debido a que Dios los ha llamado a trabajar en la pobreza, estarán bien. Lo que descubren es que sus propias vidas personales, sus mentes, sus cuerpos, la falta de sueño, las largas horas, todas las cosas que vienen con el ministerio en estas comunidades se ven afectadas. Encuentran que ellos mismos son el objeto del ataque del diablo. No puede dar a otros lo que no le pertenece personalmente. “No puedes dar lo que no tienes, y no puedes perder lo que nunca tuviste” (Muddy Waters). Entonces, lo primero que está por encima de todo lo demás al ministrar en vecindarios en riesgo es el cuidado de su propia alma. Membresía de la iglesia • Comprometerse a ser miembro activo dentro de una iglesia local saludable con el propósito de compañerismo, enseñanza, oración, servicio y desarrollo personal. • Ser parte de una comunidad eclesial le permite recibir atención pastoral, buena alimentación/enseñanza, compañerismo y bendiciones. • Es crítico para La obra redentora de la pobreza porque la principal institución redentora para el mundo, que vemos en las enseñanzas de la Biblia, es la iglesia local.

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