La red SIAFU

28 La red SIAFU – Guía

está haciendo en el mundo, y es fundamental para saber cómo hemos de vivir como discípulos de Cristo en la ciudad hoy en día.

La Biblia cuenta la historia de la determinación de Dios para restaurar el gobierno de su reino, anclado en su bondad amorosa y la fidelidad del pacto. El Señor Dios está decidido a restaurar su creación y guardar de toda la humanidad a un pueblo de su heredad para siempre. La historia de Dios se dice con autoridad en las Escrituras inspiradas por el Espíritu Santo. Las mismas Escrituras que revelan el propósito del Reino de Dios a través de los convenios a los patriarcas que yacían en detalle la historia de Israel, la persona y obra de Jesucristo y de su Iglesia. Desde la venida del Espíritu Santo, esta historia de rescate y restauración se ha apreciado, celebrado, y custodiado por la Iglesia a través de los siglos, el pueblo de Dios, en cuya vida y fe, la historia continúa que se les diga, promulgada, y expresada. En todos los aspectos de nuestra vida en común – nuestra teología y culto, la espiritualidad y el discipulado, y nuestro servicio y misión – la historia de la gloria y de la gracia de Dios se encarna en nosotros como testimonio al mundo. Somos actores en el drama de Dios, un drama que está siendo representado en las calles y barrios de las ciudades del interior de los Estados Unidos. A primera vista, las ciudades de Norteamérica (y el mundo) parecen estar en problemas, incluso quedar fuera del drama de Dios. La violencia, el crimen, las familias rotas, y la desesperación rondan sus calles y barrios, con pocas esperanzas de cambio o rescate. Incluso muchos cristianos han abandonado su fe, levantando la bandera blanca de la renuncia por las ciudades del mundo, renunciando al control del enemigo. La desesperanza a largo plazo y la duda acerca de lo que Dios puede hacer en las ciudades tienen muchos creyentes consignando las ciudades para el control de los enemigos, convirtiendo prácticamente a los que moran en ellos a esas fuerzas oscuras que se aprovechan de los vulnerables y desatendidos. Enfrentando una gran necesidad: Las ciudades del interior de Norteamérica

Sin embargo, Jesús declaró que las puertas del infierno no prevalecerán contra su Iglesia (Mt. 16:18). Nuestras ciudades se pueden ganar, ser