La red SIAFU

48 La red SIAFU – Guía

Reportándose para el deber: Porqué el descubrimiento de la autoridad pastoral realmente importa en la ciudad

Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria. ~ 1 Pedro 5:1-4 Nuestro Dios es el Dios Soberano del universo, el Dios de Israel, y el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Él es el Dios Altísimo, el único y verdadero Creador y Señor de todos. No existen otros dioses o señores; él es solitario, supremo y autosuficiente. A pesar de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, ha sido exaltado a la diestra de Dios (Fil. 2:5-11), su autoridad no ha sido reconocida. El corazón del problema más grande de la ciudad es la negación y el rechazo de la autoridad espiritual legítima. La rebelión y la fragmentación son intrínsecos a la ciudad, muchos miles de barrios están sufriendo porque los que viven en el área urbana no tienen cabeza espiritual, ni tampoco se someten a la autoridad de Dios en su Iglesia. Si la iglesia local es, literalmente, un pelotón de Cristo resucitado, armado con los mismos poderes de la era por venir por causa del bien, entonces no hay un lugar más importante en cualquier ciudad que una iglesia local, sana y vital. Y, si este fuera el caso, el cargo más importante en el mundo es el de pastorear la Iglesia, el pastor, es decir, aquellos líderes encargados de velar por el cuidado y la supervisión de los asuntos de la casa de Dios. El Reino, primero y ante todo, es un ejercicio de la autoridad del Señor Jesús, el que a sí mismo en el Espíritu Santo está sujeto a la autoridad del Padre.