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S ESIÓN 3: L ANZAR Y A GRUPAR • 321

IV. Creemos que cada cristiano es un sacerdote de Dios, y por lo tanto, todo cristiano es un ministro del evangelio. Compañerismo Cualquier Nombre puede tener un solo concilio de ancianos y un solo equipo pastoral, pero tiene toda una congregación de ministros, llamados por Dios para compartir la compasión de Cristo con los necesitados, y comunicar a Cristo con los perdidos. ¡Todos somos ministros del evangelio de Jesucristo! Debemos tener cuidado de equilibrar la atención, los recursos y los esfuerzos que tenemos con nosotros mismos en contra de lo que hacemos para satisfacer las necesidades de los demás. Necesitamos tanto ingresos como alcances. A. Ingreso : Cada miembro debe recibir de otros en el cuerpo de CCN toda la gracia y la entrada que necesitan que les permita beneficiarse y madurar en su vida espiritual. B. Alcance : Cada miembro debe identificar sus propios dones y recursos y ponerlos a disposición de Dios para que Él los use para satisfacer las necesidades de otros, tanto dentro como fuera del cuerpo de Compañerismo Cualquier Nombre. V. El Nuevo Testamento enseña que Dios ha dado a cada miembro del cuerpo dones espirituales para que el cuerpo llegue a ser espiritualmente maduro y pueda multiplicarse numéricamente (1 Corintios 12:1-13). Además, Dios ha dado a la iglesia dones significativos (apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros) para tres propósitos distintos:

A. Para el equipamiento de los santos (ayudar a cada cristiano a entender su don y utilizarlo plenamente en el cuerpo).

B. Para la obra de servicio (cada cristiano debe ser entrenado para usar sus dones espirituales para servir al cuerpo y al mundo).

C. Para la edificación del Cuerpo de Cristo (todos los esfuerzos deben ser hechos para que el cuerpo de Cristo sea edificado espiritualmente y numéricamente).

Contexto Valores/Visión Preparar Lanzar Agrupar Nutrir Transicionar Horario/Cartilla

VI. Nuestra meta en Compañerismo Cualquier Nombre es que usted pueda ser capaz de identificar sus dones particulares, estar capacitado para usarlos efectivamente, y luego emplearlos para multiplicar el ministerio del cuerpo en esta comunidad, país y alrededor del mundo. Buscamos multiplicar nuestro potencial ministerial, no sólo aumentar.