Meras Misiones

142 • M eras M isiones : A vanzando para M ultiplicarnos

y él hizo una oración de fe en Jesús como Señor. Mirando a James, dije: “Necesitas ser discipulado”. Establecimos un tiempo para el discipulado formal que condujo a una amistad que continúa hasta el día de hoy, aunque separados por miles de kilómetros. Aunque James tuvo sus altibajos, comenzó a crecer como discípulo. Pronto comenzó a invitar a sus amigos de la comunidad a seguir a Cristo y unirse a nuestra comunidad semanal en adoración, oración y palabra. Lo que comenzó como un uno a uno se convirtió en un uno a tres, que luego se convirtió en un uno a nueve, que pasó a doce y sigue creciendo. En una de las reuniones de nuestro grupo de hombres se nos unió un drogadicto local. Pasó una buena parte de su tiempo en prisión y era conocido por casi todos en la comunidad. Él era mi vecino. Fue durante esta noche específica cuando el Espíritu se movía de una manera poderosa que Tony entró en retraimiento y se resbaló de su silla con convulsiones. Inmediatamente, los más de veinte hombres se reunieron alrededor de Tony. Algunos con los brazos levantados y otros imponiendo las manos sobre Tony, este grupo de hombres comenzó a orar y creer por una curación milagrosa. El Señor respondió nuestras oraciones. Las convulsiones de Tony cesaron inmediatamente, y rápidamente se levantó del suelo, estando en su sano juicio, y se unió a nosotros en nuestra comunión. Los hombres alabaron y honraron al Señor Jesús. Esa semana Tony se comprometió y entró en un programa de rehabilitación cristiana. Este grupo de hombres siempre fue lo más destacado para mí. El Espíritu estaba preparando a estos hombres para ser el fundamento de la plantación de una iglesia. El Señor estaba obrando de manera poderosa. Durante este tiempo el Espíritu del Señor trajo a mi vida al Pastor Jonathan Villalobos. Él y su esposa Becky sintieron un fuerte impulso del Señor de plantar una iglesia en la media milla del diablo. Su corazón y pasión por el Señor y la gente de esta comunidad de pobreza y violencia, fue una confirmación de que