Orando los Salmos con Agustín y Amigos
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Orando los Salmos con Agustín y amigos
Salmo 71 con Agustín – Mi roca justa Por tu justicia, rescátame y líbrame (v. 2). No en mi justicia, sino en la tuya. Porque, ¿cuál es la mía? El pecado me precede. Y cuando yo sea justo, será tu justicia, porque yo seré justo por la justicia que tú me has dado. Poco importa que reconozcas que lo bueno que hay en ti procede de Dios. Por tanto, di a Dios lo que oyes en el salmo: En ti, SEÑOR, busco refugio; jamás permitas que me avergüencen (v. 1). En tu justicia , no en la mía, rescátame y líbrame; inclina a mí tu oído y sálvame (v. 2). Es también una confesión de humildad. El que dice: inclina a mí tu oído , está confesando que yace como un enfermo acostado a los pies del Médico. Sé tú mi roca de refugio (v. 3). No dejes que me alcancen los dardos del enemigo, pues no soy capaz de protegerme a mí mismo. No estaré a salvo si no es en ti. Si tú no eres mi reposo, mi enfermedad nunca se curará. Levántame de la tierra; sobre ti reposaré, para que pueda subir a un lugar fortificado. ¿Qué puede estar mejor fortificado? Cuando hayas huido a refugiarte a ese lugar, dime ¿qué enemigos temerás? ¿Quién te acechará y vendrá contra ti? Porque tú eres mi roca y mi fortaleza (v. 3). Para que tú me hagas firme, aunque haya sido inestable en mí mismo, acudiré a ti en busca de refugio. Porque la gracia de Cristo me hace firme e inamovible contra todas las tentaciones del enemigo.
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