Orando los Salmos con Agustín y Amigos

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Orando los Salmos con Agustín y amigos

Salmo 111 con Juan Calvino – La justicia fiel de Dios Gloriosas y majestuosas son sus obras (v. 3). Todo acto de Dios está lleno de gloriosa majestad. El salmista especifica en qué consisten esta belleza y magnificencia, afirmando que su justicia es visible en todas partes. El propósito de Dios no es mostrar su poder y soberanía de tal manera que solo nos aterrorice. En lugar de ello, nos da también una muestra de su justicia de forma tan atractiva que cautiva nuestros corazones. Este homenaje a las obras y los caminos de Dios se presenta en oposición a las ruidosas mentiras de los impíos, que intentan utilizar hasta el límite de su poder, para desformar y desfigurar la gloria de Dios. Y después de habernos exhortado a contemplar su justicia, ahora, de manera similar, y casi en los mismos términos, celebra la gracia y la misericordia de Dios, principalmente en relación con sus obras, porque la justicia que exhibe en la preservación y protección de su pueblo surge del favor inmerecido que les muestra.

Las obras de sus manos son fieles y justas (v. 7). En la primera parte del versículo el salmista exclama que Dios es conocido por ser fiel y

Juan Calvino sobre el Salmo 111 “La ley es prominente porque, al declarar el amor eterno de Dios, se convirtió en el medio para dar vida”.

recto en sus obras, y luego continúa celebrando la misma verdad a través de la ley. Una hermosa armonía caracteriza todos los dichos y hechos de Dios, porque en todas partes él se muestra justo y fiel. Entre los humanos se considera más importante que uno sea justo en la práctica que en lo que dice; sin embargo, como la ley era la vida misma y la seguridad del pueblo, el salmista declara apropiadamente: todos sus preceptos son dignos de confianza, son inmutables