Orando los Salmos con Agustín y Amigos

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Orando los Salmos con Agustín y amigos

Salmo 112 con Agustín – La generosidad del perdón Dichoso el que teme al SEÑOR, el que halla gran deleite en sus mandamientos (v. 1). Dios, que es el único que juzga con veracidad y misericordia, verá hasta qué punto obedecemos sus mandamientos. Su descendencia será poderosa en la tierra . . . En su casa habrá abundantes riquezas (vv. 2–3). Puesto que su casa es su corazón, donde, con la alabanza a Dios y la esperanza de la vida eterna, viven en mayor riqueza que con la gente aduladora en palacios de mármol, con techos espléndidamente adornados, con el temor de la muerte eterna. Porque su justicia permanece para siempre (v. 9). Esta es su gloria, estas son sus riquezas, mientras que la púrpura, el lino fino y los grandes banquetes, incluso cuando estén presentes, pasarán (Luc 16:24).

Bien le va al que presta con generosidad, y maneja sus negocios con justicia (v. 5). Generalmente, se llama misericordia cuando se ayuda a otro que está en

Agustín sobre el Salmo 112 “No te empobrecerás dando, porque el tesoro celestial es una posesión más segura”.

apuros; sin embargo, hay una diferencia cuando no gastas dinero, ni haces ningún trabajo físico, sino que, al perdonar lo que cada uno ha pecado contra ti, también obtienes el perdón de tus propios pecados. “Perdonen”, dice, “y se les perdonará. Den y se les dará” (Luc 6:37–38). Mientras perdonas para que seas perdonado, eres misericordioso; mientras das para que te sea dado, prestas. No perderás honor perdonando: porque es un triunfo encomiable vencer la ira. No te empobrecerás dando, porque el tesoro celestial es una posesión más segura.