Orando los Salmos con Agustín y Amigos
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Orando los Salmos con Agustín y amigos
Salmo 145 con Agustín – El que es digno de alabanza Te exaltaré, mi Dios y Rey; por siempre bendeciré tu nombre (v. 1). Comienza a alabar a Dios ahora, si tiene la intención de alabarle para siempre. Los que no le alaben en esta época temporal, quedarán en silencio cuando llegue la eternidad. Pero, para que nadie busque otra época en la cual alabar a Dios el salmista dice: Todos los días te bendeciré (v. 2). No pasará ningún día en el que no te alabe. No es de extrañar, si en un día alegre bendices al Señor. ¿Qué pasa si ha llegado a tu vida un día de sufrimiento, como es natural en esta vida, dejarás de alabar a Dios? ¿Dejarás de bendecir a tu Creador? Si cesas, has mentido al decir, todos los días. Pero si no cesas, incluso enmedio de las dificultades de ese día de aflicción, Dios será bueno contigo. Grande es el SEÑOR y digno de toda alabanza (v. 3). No pienses que aquel cuya grandeza no tiene fin podrá jamás ser lo suficientemente alabado por ti. Puesto que su grandeza no tiene fin, que tu alabanza tampoco tenga fin. ¿Alabas lo que él ha hecho, pero no al que lo hizo todo? ¿La forma, la utilidad, alguna virtud, algún poder? Si la belleza te deleita, ¿qué es más bello que el creador? Si la utilidad es digna de alabanza, ¿qué es más útil que el que hizo todas las cosas? Si la excelencia es digna de alabanza, ¿qué hay más excelente que el que hizo todas las cosas? Porque si amas estas cosas más que a él, no lo tendrás a él. Verdaderamente debes amar estas cosas, pero ámalo más a él, y ama estas cosas por causa suya. Que hablen de la gloria de tu reino; que proclamen tus proezas (v. 11). ¡Qué poderoso es Dios, que ha hecho la tierra! ¡Qué poderoso es Dios, que ha llenado la tierra de cosas buenas! ¡Qué poderoso es Dios, que ha dado vida a cada
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