Orando los Salmos con Agustín y Amigos

Capítulo 3: Salmos 39–59

89

Salmo 46 con Gertrudis la Grande – Deleitándose en Dios Vengan y vean los portentos del SEÑOR (v. 8). En este punto, despierta tu alma para que se deleite en Dios. Oh alma mía, alza ahora tus ojos; mira y contempla el poder de tu rey, la gracia de tu Dios, [y] la caridad de tu salvación a la que te has acercado. Disfruta ahora; deléitate y mira cuán dulce y notable es el esposo que has elegido por encima de miles. Mirad cuál y cuán grande es esa gloria por la que habéis condenado al mundo. Mira cómo es ese bien que has esperado. Mira cómo es la patria por la que has suspirado. Mira cómo es el premio por el que has trabajado. ——— Mira quién es tu Dios, cómo es y cuán grande es, a quien has querido, a quien has adorado y a quien siempre has deseado. Oh Dios de mi vida, no sé cómo puedo alabarte dignamente ni con qué puedo recompensarte, amado mío, por todo el bien con que me has recompensado. En consecuencia, me ofrezco para que habites en mí y yo en ti, mi amado Jesús, como holocausto de alabanza a ti. No tengo nada más. Lo que soy y vivo en ti, te lo doy totalmente.

Made with FlippingBook. PDF to flipbook with ease