Para la Proxima Generacion

42 Para la próx ima generac i ón: Manua l de l Mentor de E l I ns t i tuto Mi n i s ter i a l Urbano

El Credo Niceno y su papel en el desarrollo de Liderazgo

Los peligros de hacer credos son obvios. Los credos puede ser formales, complejos y abstractos. Pueden ser casi ilimitadamente expandidos. Pueden ser superpuestos en la Escritura. Correctamente manejados, sin embargo, facilitan la confesión pública, forman una base sucinta de la enseñanza, salvaguarda la doctrina pura, y constituyen un enfoque apropiado para la comunión de la Iglesia en la fe. ~ G. W. Bromiley ¿Cuál es la relación entre la teología del credo y la Escritura? El Credo de Nicea, mientras que en modo alguno puede ser equiparado con o sustituir la enseñanza de la Palabra de Dios, deja de ser una confiable plomada de las reivindicaciones esenciales que hacen simple la fe ortodoxa histórica de la Iglesia. Los credos no son iguales a las Escrituras y tanto en el sentido técnico y espiritual, los credos, en cualquier forma nunca debe ser colocado en el mismo nivel de importancia o lugar como Escritura. Un credo es un razonado discurso, mientras que las Escrituras son la verdad revelada. Un credo puede, sin embargo, ser un excelente resumen de nuestra fe ortodoxa histórica, como el Credo de Nicea, de hecho lo hace. Los credos formalmente no están presentes en la Biblia (aunque los consejos y resúmenes de la verdad fundamental se encuentran en todas partes, tanto en el Antiguo y Nuevo Testamento), pero me refiero a los credos esenciales para expresar datos bíblicos y la verdad. En la historia del cristianismo, tres credos han tenido lugar superior: el Credo de los Apóstoles, el Credo Niceno y el Credo de Atanasio. La teología del credo puede dar forma a nuestra formación espiritual en las áreas del bautismo (incorporación), la catequesis (discipulado) y la ordenación (imposición de manos), y el Credo ha jugado (y sigue) un papel importante en nuestra vida comunitaria. El Credo Niceno es una declaración concisa, elegante y hermosa de lo que los antiguos pastores, teólogos y líderes de la Iglesia consideraron ser los fundamentos elementales de la ortodoxia cristiana. ~ Don L. Davis. Taller Raíces Sagradas : Recuperando la Gran Tradición en la iglesia contemporánea . Wichita, KS: El Instituto Ministerial Urbano, 2011. pág. 64.

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