Pelea La Buena Batalla de la Fe
Lección : El enemigo con quien peleamos •
1. “Estoy tratando de entender lo que significa mantenerse firme en la fe, pero yo no estoy segura de entenderlo”. Después de un gran estudio de la Biblia con los amigos, una joven cristiana estaba meditando sobre el significado de 1 Pedro 5:8-9: “Sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo anda como león rugiente, buscando a quien devorar. Al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos tipos de sufri- miento se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo”. Ella estaba tratando de entender lo que significaba “estar firmes en la fe”. En el estudio que había oído el líder dijo que la palabra “resistir” aquí en este texto era el término griego antistete , el mismo utilizado en Efesios 6:11-13 y Santiago 4:7. Significa permanecer fieles, confiados en la Palabra de Dios, incluso si las cosas parecen ir lo contrario de lo que se piensa. Ella estaba luchando, con preguntas dif íciles. ¿Significa que yo no puedo o no debería dudar? ¿Qué pasa si me desanimo? ¿Qué pasa si me deslizo y caigo? – ¿y yo no puedo volver? ¿Cómo aconsejaría a esta joven hermana para entender este concepto? 2. “¿Por qué Dios permite que el diablo se mantenga acosando y haciéndonos daño, incluso después de que nuestro Señor Jesús ya ha ganado la victoria?” Una de las ideas más desconcertantes para los nuevos creyentes en entender es por qué es necesario que los creyentes se mantengan firmes en su fe en contra de las mentiras del enemigo, si Jesús ha ganado la victoria. Ciertamente, Jesús ha vencido al diablo en la cruz (Col. 2:15), y los creyentes le han superado a través de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, no amando sus propias vidas hasta la muerte (Ap. 12:9-10). ¿Por qué, entonces, todavía tienen que luchar? ¿Por qué Dios permite al diablo que luche contra su pueblo, incluso después de que Jesús destruyó sus obras en su primera venida (1 Juan 3:8)? (Pista: Jesús dijo que el siervo no es mayor que su señor, cp. Juan 13:16). 3. “Nadie puede entender el tipo de dolor y angustia que he vivido. Nadie”. Cuando nos enfrentamos a tiempos dif íciles, dolor o pérdida, somos a menudo tentados a pensar que nadie más ha logrado superar pruebas o cosas similares a las nuestras. La naturaleza del dolor y la pérdida es íntima y personal; nuestro dolor y las luchas pueden ser tan feroces que nos inclinamos a pensar que nadie más ha sentido de la forma en que nosotros sentimos, que nadie podría entender el nivel de dolor, desánimo y la desesperación que enfrentamos. Una serie de textos en la Biblia sugiere que esto simplemente no es el caso. Sin embargo. dif íciles nuestras pruebas, son similares a las pruebas y ensayos que otros creyentes de todo el mundo enfrentan. Mire 1 Cor. 10:3: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida,
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