Pelea La Buena Batalla de la Fe

 • Pelea la buena batalla de la fe: Haciendo su parte en el drama desplegado de Dios

Querido Señor, por favor ayúdame a ser pronto para oír y oír, tardo para hablar, tardo para la ira (Santiago 1:19). Que las palabras de mi boca y los pensamientos de mi corazón sean aceptables a tus ojos. Permíteme hablar su verdad con sabiduría, a fin de que todos aquellos con los que hablo puedan entender y ser beneficiados por tu verdad. Enséñame ahora en este estudio al recibir tu Palabra e instrucción. Pido estas cosas en el fuerte nombre de Jesús, mi Señor y Salvador, amén. experimentan una gran brecha entre lo que las Escrituras declaran respecto a su estado ante Dios (por ejemplo, como perdonado, como reconciliado, como hijos adoptivos, como escogidos de Dios), y el curso de las cosas en su vida día a día (episodios de duda, preocupación, frustración, la auto-condenación y el miedo). Casi parece como si las dos visiones de la vida cristiana (lo que dice la Biblia versus lo que siento día a día) son incompatibles y se contradicen entre sí. Al vivir nuestra vida cristiana día a día, ¿cómo debemos entender esta tensión entre lo que las Escrituras dicen acerca de quiénes somos en Cristo frente a cómo nos sentimos acerca de nosotros mismos? 2. “¿Cuándo voy a empezar a actuar como la persona que la Biblia dice que soy?” Una gran parte de ser un discípulo eficaz de Cristo es resolver el conflicto interno entre los que solíamos ser antes de conocer a Cristo y lo que somos ahora que hemos creído . A menudo, los que solíamos ser parece ser una visión más fuerte, más realista y más auténtica de nosotros mismos de lo que la Biblia o de nuestros maestros y pastores dicen de nosotros. ¿Cómo puede un cristiano nuevo identificarse con los textos y las declaraciones de la Biblia, incluso cuando parece que lo que solíamos ser es nuestro yo más “natural”, el “yo” con que nos sentimos más cómodos, y parece ser más verdadero sobre nosotros? 3. “Simplemente me quedaré en casa y caminaré con el Señor por mi mismo”. En una ocasión, un nuevo creyente adulto que había salido recientemente de la cultura de la droga aceptó a Cristo, y comenzó su camino de vivir una nueva vida en Cristo. El problema, sin embargo, es que se sentía incómodo drásticamente en presencia de otros cristianos, en gran parte debido a la forma de vida que había vivido tanto tiempo en las calles – dañar su cuerpo, su familia y sus relaciones con los demás. Frustrado y exhausto, un día exclamó, “¡Se acabó! No creo que pueda vivir mi vida cristiana con la gente en la iglesia. Son buena gente y todo, pero simplemente no puedo llegar hasta ahí desde donde vengo en este momento. Creo que quiero seguir caminando con Cristo, pero 1. “¿Por qué hay tanta diferencia entre lo que mi condición es y lo que la Biblia dice que mi posición es ante Dios?” Muchos nuevos cristianos

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