Pelea La Buena Batalla de la Fe

 • Pelea la buena batalla de la fe: Haciendo su parte en el drama desplegado de Dios

7. Dios ha elegido para revelar las glorias de su gracia, mediante su pueblo, a la Iglesia. Lea Efesios 3:8-11. Rellene los espacios en blanco: Dios, que creó todas las cosas, para que la ____________________ sea ahora dada ______________________ por medio de la ________________________ en los lugares celestiales. 8. En las edades y tiempos pasados, Dios no reveló a la humanidad su gran misterio que ahora está siendo revelado a todas las personas a través del testimonio de los apóstoles acerca de Cristo y ¡aun los creyentes no judíos! a. Lea Colosenses 1:24-29. Elija la mejor respuesta. ¿Cuál es el misterio que Pablo dijo que se mantuvo oculto durante siglos, pero ahora ha sido revelado a nosotros? i. El día y la hora del regreso Jesús

ii. Cristo en nosotros, la esperanza de gloria iii. El tipo de muerte que Pablo experimentaría

b. ¿Por qué cree que la noticia de que Cristo entre los gentiles (no judíos) es visto como una gran revelación entre los creyentes del tiempo de Pablo?

Los apóstoles en el Nuevo Testamento dan testimonio de que todo creyente en Cristo se ha unido a él y su obra, por el poder de bautizar del Espíritu Santo. El Espíritu Santo nos ha colocado en Cristo, nos une con su muerte, sepultura, resurrección y vida nueva. En Jesús, no somos más objetos de la ira de Dios, y no tienen miedo de ser castigados por las muchas trans- gresiones (romper los mandamientos de Dios) que hemos cometido. Dios nos ha dado en Jesús un estado totalmente nuevo y la relación con él mismo, y nos ha bendecido con beneficios y bendiciones numerosas, maravillosas y llenas de gracia en Cristo. De los muchos dones maravillosos que hemos recibido, uno de las más significativos es nuestra nueva membresía y lugar en la Iglesia, el Cuerpo de Cristo. Dios nos ha unido en Cristo, y por lo tanto, ahora, a todos los demás creyentes, y concedió a ambos el privilegio y la responsabilidad de vivir y crecer juntos como familia de Dios (1 Juan 3:1-3), como cuerpo de Cristo (Rom. 12:4- 8), y como un templo del Espíritu Santo (1 Cor. 3:16-17). Nosotros nunca fuimos diseñados para vivir nuestra vida cristiana de

Resumen