Pelea La Buena Batalla de la Fe

Lección : La entrada que obtenemos • 

Dios Eterno, Dios y Padre de mi Señor Jesucristo, gracias por hacerme uno con tu Hijo. Muchas gracias, Señor, por los muchos regalos maravillosos y bendiciones que he recibido a través de Cristo, y gracias sobre todo por la gran bendición de hacerme un miembro de tu pueblo, de tu Iglesia, y del Cuerpo de Cristo. Por la fe, que me has hecho uno con todos los demás creyentes, y concedido el honor y el deber de vivir, crecer y servir juntos en una iglesia local, una asamblea viviente revelada como su familia, como el cuerpo de Jesús, y como el templo del Espíritu Santo. Para saber lo que es amar a tu pueblo, porque tú eres amor. Sé que no tenía la intención de que yo viva mi vida cristiana como un inconformista, tratar de pelear la buena batalla por mí mismo, solo y en aislamiento. Llévame a la iglesia local en la que deseas que yo crezca, bajo un pastor que pueda vigilar mi alma, y con cristianos que pueda amar – compañeros guerreros con los que pueda usar mis dones para edificar al testificar de tu amor a nuestros vecinos. Gracias por tu iglesia. Hazme un miembro fructífero y amable de tu gente, y ayúdame a crecer en comunión entre ellos, en el nombre de Cristo, amén. En www.tumi.org/sacredroots , tenemos una sección dedicada a los recursos adicionales por escrito y video. John Eldridge. Epopeya: La historia que Dios le está contando . Thomas Nelson, Inc., Nashville, TN: 2004. En la siguiente sesión, explorará El legado que recibimos a incluir estos temas: 1. El Espíritu Santo dota a cada creyente con dones para servicio del cuerpo. 2. Se nos ha dado la libertad en Cristo para ejercer nuestros dones. 3. Recibimos poder para crecer juntos en la madurez y la unidad.

Grito del corazón de Dios

Para más estudio

Para la próxima sesión

Memorización de la escritura

Efesios 1:3

1. Escriba un poema o una carta al Señor, dándole las gracias por todo lo que ha hecho. 2. Lea el Credo de Nicea en el apéndice. En su diario, resuma las verdades fundamentales del Credo de Nicea acerca del ejército en que ha sido alistado. 3. Reúnase con un creyente maduro en la iglesia y pregúntele cómo la iglesia le/la ha ayudado a vivir la vida cristiana que habría sido imposible hacerlo solo/a.

Asignaciones