Pelea La Buena Batalla de la Fe

 • Pelea la buena batalla de la fe: Haciendo su parte en el drama desplegado de Dios

b. Lea 2 Pedro 1:3. Llene los espacios en blanco. A través de su _____________________________________________ que nos ha dado ________________________ que necesitamos para ______________________________________.

Es muy importante que nos asociamos con otras personas que están caminando en el camino correcto y no sólo con aquellos con quienes estamos en el viaje, sino también aquellos que han ido más lejos. Los que se han acercado a Dios tienen la capacidad de acercarse a él, porque en cierto sentido nos llevan con ellos.

~ Teresa de Ávila. Richard J. Foster y James Bryan Smith, Eds. Clásicos devocional: Edición Revisada: Lecturas seleccionadas para individuos y grupos . Renovare, Inc. (HarperCollins Publishers), Nueva York. 1993, p. 165.

Dios quiere que cada creyente en Cristo sea construido (edificado), al llegar a la madurez en Cristo, y aprender lo que significa edificar a otros. Jesús desea que nosotros crezcamos en nuestra fe a través de nuestra participación en la iglesia local, una asamblea de creyentes. Se nos manda a aprender bajo el ejemplo y la enseñanza de pastores piadosos, y vivir junto con otros cristianos en sumisión amorosa entre sí para que podamos pelear la buena batalla de la fe. El único método de Dios para esta forma de crecimiento es su comunidad amante, cristiana – una iglesia local. ¡Ahora jugamos nuestro papel en la historia de Dios! A cada uno de nosotros se nos han proporcionado los dones espirituales que hemos de cultivar en servicio al Cuerpo, la edificación de unos a otros al reunirnos cada semana como comunidad cristiana de adoración, y al reunirnos en estudios bíblicos o grupos pequeños. Dios quiere que nos amemos unos a otros como Cristo nos ha amado. Esto es algo que aprendemos a hacer juntos, al ser guiados por el Espíritu Santo y los pastores que Dios nos da para que nos dirijan y alimenten. Debemos esforzarnos por ser amigos con otros creyentes, darles la bienvenida en nuestras vidas y nuestros hogares, y pasar tiempo relajado y jugando juntos. Somos una familia, y debemos aprender a relacionarnos juntos como miembros. Por otra parte, también estamos llamados a desafiarnos unos a otros a amar y practicar las buenas obras, y rechazar esas cosas malas con que antiguamente nos asociábamos antes de convertirnos en uno de los del pueblo de Dios

Resumen