Plan de estudios Pilar Fundamental Libro de notas del estudiante

L E C C I Ó N 4 | E L N T T E S T I F I C A D E C R I S T O Y S U R E I N O : E L M E S Í A S O P U E S T O / 1 1 7

CASOS DE ESTUDIO

¿Opresión demoníaca, posesión, o ambas? El hecho que el Reino de Dios haya venido en la persona de Jesús completamente redefine la relación del creyente y de la iglesia con el diablo. Por la obra de Jesús en la cruz, el creyente ya no está sujeto al dominio y poder del diablo; la victoria de Dios está al alcance de todo creyente que declara las obras de Cristo como suyas propias (1 Jn. 3:8; Heb. 2:13 en adelante; Stg. 4:7; 1 Jn. 5:4; Ef. 6:10-18; 2 Co. 10:3-5). ¿Cuál es la posibilidad que los creyentes sean oprimidos por demonios, o de ser poseídos por demonios, o ambas cosas, o ninguna? ¿Qué debe hacer un creyente para experimentar continuamente la victoria ganada por él o ella por medio del sacrificio de la sangre de Jesus (Ap. 12:9 en adelante)? El sufrimiento: ¿Una necesidad absoluta? Según Pablo, a los creyentes se les ha otorgado no sólo que crean en Él, sino que también sufran por la causa del Señor Jesús (Fil. 1:29 en adelante). Algunos enseñan el evangelio como si la victoria ganada por nuestro Señor sobre el pecado y el diablo significara prácticamente que ya no estamos sujetos al sufrimiento y a la persecución. Esta enseñanza podría sugerir que cuando un creyente está enfermo, deprimido, en luchas, en dudas, o en dolor, el problema se deba a que él mismo ha provocado esa situación, debido a su falta de fe. ¿Cómo describiría la necesidad del sufrimiento o la falta del mismo en la vida de un discípulo piadoso de Jesús? ¿Acaso todo creyente lavado en la sangre debe esperar también un bautismo de fuego por medio de la persecución del enemigo y de los enemigos de Dios, o puede ser completamente eliminado si se camina apropiadamente con Dios? ¿Una vergüenza para Cristo? Una enseñanza común en muchos círculos evangélicos es que nuestro Señor murió expresamente para eliminar la posibilidad de ciertas realidades negativas que se pudieran encontrar y soportar. Por su llaga fuimos sanados, declaran, y esto quiere decir que debemos confesar continuamente que tenemos una salud inquebrantable y que somos prósperos en base al sufrimiento de Jesús en la cruz. El hecho que Jesús sufriera por estas cosas quiere decir que el creyente no debería avergonzar a Cristo al ignorar su victoria, o socavándola con una fe débil o no bíblica. ¿A qué punto la obra de Jesús en la cruz garantiza que ciertos efectos del pecado y de la maldición ya no deberían ser experimentados por aquellos que creen en Él?

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E s t u d i o s B í b l i c o s

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