Plantando iglesias entre los pobres de la ciudad: Una antología de recursos de plantación de iglesias urbanas Volumen 2

P ARTE I: E NTRENANDO PLANTADORES DE IGLESIAS URBANAS • 141

Además de estos principios, creo que podemos también enfatizar los siguientes principios: • 1 Pe. 2:16 – Podemos vivir libres en Cristo como siervos/as de Dios, pero nunca usar nuestra libertad como un pretexto para hacer el mal. • Jn. 8:31-32 – Nos mostramos nosotros mismos como discípulos de Cristo al permanecer y continuar en su Palabra, y al hacerlo, llegamos a conocer la verdad, y la verdad nos hace libres en él. • Gál. 5:13 – Como hermanos y hermanas en Cristo, estamos llamados a ser libres, sin embargo, no hay que usar nuestra libertad como una licencia para disfrutar de nuestra naturaleza pecaminosa; más bien, estamos llamados a ser libres para servir a los otros en amor. Este énfasis en la libertad, en mi opinión, pone todas las cosas en contexto de lo que decimos a los adultos o adolescentes. A menudo, la forma en la cual discipulamos a muchos nuevos creyentes es a través de una taxonomía rigurosa (un listado) de los diferentes vicios y males morales, y esto puede, a veces, darles el sentido de que el cristianismo es una religión anti-actos (una religión de simplemente no hacer las cosas), y/o una fe demasiado preocupada por no pecar. En realidad, el enfoque moral en el cristianismo está en la libertad, una libertad ganada a alto precio, una libertad para amar a Dios y avanzar el Reino, una libertad para vivir una vida entregada al Señor. La responsabilidad moral de los cristianos en las zonas urbanas es vivir libres en Cristo Jesús, vivir libre para la gloria de Dios, y no utilizar su libertad frente a la ley como una licencia para pecar. El núcleo de la enseñanza, entonces, es centrarse en la libertad ganada para nosotros a través de la muerte y resurrección de Cristo, y nuestra unión con él. Ahora estamos exentos de la ley, el principio de la muerte y del pecado, la condena y la culpabilidad de nuestro propio pecado, y la convicción de la ley sobre nosotros. Servimos a Dios ahora de gratitud y de agradecimiento, y el impulso moral está viviendo libre en Cristo. Sin embargo, no usemos nuestra libertad, sino para glorificar a Dios y amar a otros. Este es el contexto en el que se abordan las cuestiones espinosas de la homosexualidad, el aborto y otros males sociales. Quienes participan en tales actos fingen libertad, pero, a falta de un conocimiento de Dios en Cristo, simplemente están siguiendo sus propias predisposiciones internas, que no son informados por la voluntad moral de Dios o Su amor. La libertad en Cristo es un banderín de llamada a vivir una vida santa y alegre como discípulos de las áreas urbanas. Esta libertad les permite ver lo creativos que pueden ser como cristianos en medio de la llamada vida “libre” que sólo conduce a la esclavitud, la vergüenza, y al remordimiento.

Made with FlippingBook Ebook Creator