Plantando iglesias entre los pobres de la ciudad: Una antología de recursos de plantación de iglesias urbanas Volumen 2

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plantación de iglesias C1, enfocadas en alcanzar el 80% de las zonas urbanas de la Ventana de Norte América (es decir, las zonas americanas más pobres o violentas). Con el fin de lograr este propósito, vamos a ayudar a formar alianzas estratégicas dentro de y entre misioneros y pastores urbanos, teólogos y misiólogos, iglesias, denominaciones, otras personas y organizaciones de mentalidad semejante, con el propósito de generar robustos movimientos pioneros de plantación de iglesias para que se multipliquen en miles de iglesias evangélicas C1, culturalmente- conducentes entre los pobres urbanos de Norte América. Nosotros vamos a ofrecer nuestra experiencia para asegurar que estas iglesias en todo glorifiquen a Dios el Padre en su identidad Cristo-céntrica, adoración Espíritu-formada y vida comunitaria, doctrina históricamente ortodoxa y práctica y una misión orientada al Reino.

I. La asociación involucra reconocer nuestra unidad fundamental en Cristo: Compartimos el mismo ADN espiritual.

A. Nuestra fe en Jesús nos ha hecho uno, juntos.

1. 1 Juan 1:3 – Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. 2. Juan 17:11 – Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros. B. La unidad orgánica entre el Padre y el Hijo, y el pueblo de Dios , Juan 17:21-22 – Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. C. Nuestra unidad nos lleva al común esfuerzo de glorificar a Dios el Padre de nuestro Señor , Rom. 15:5-6 – Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. D. La voluntad de Dios para el cuerpo es unidad de mente y juicio , 1 Cor. 1:10 – Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis

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