Practicando el Liderazgo Cristiano, Guia del Mentor, MG11
2 7 4 /
P R A C T I C A N D O E L L I D E R A Z G O C R I S T I A N O
En algún sentido, el ministerio del obispo toma el ejemplo de Jesucristo, el Príncipe de Pastores y Obispo de nuestras Almas (comp. 1 Pe. 2.25 Porque vosotros érais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas; ver también 1 Pe. 5.1-4). Él es el Pastor que conoce a sus ovejas, les guía, y éstas le siguen. Es la auténtica cabeza del rebaño de Dios. Todos los demás, ya sea que estén en papeles pastorales, o que amen al pueblo de Dios en una forma pastoral, son de hecho pastores bajo autoridad , es decir, que existe sólo un pastor y un rebaño (comp. Juan 10.16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño y un pastor). Sin embargo, sin que Jesús deje de ser el Pastor del pueblo de Dios, Él designa por su Espíritu a pastores bajo autoridad para atenderlo y vigilarlo (comp. Hechos 20.28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la Iglesia del Señor, la cual ganó por su propia sangre). El Nuevo Testamento enseña en algunos pasajes la importancia del cuidado pastoral del pueblo de Dios. Preste atención a los siguientes versículos: 1 Ti. 3.2 - Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar. 1 Ti. 5.17 - Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. Tito 1.7 - Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas. Heb. 13.17 - Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no es provechoso. Esta lección enfoca la importancia de este ministerio de tutoría, crianza y alimentación del pueblo de Dios a manos de líderes que, al igual que Cristo, le aman, le guían y cuidan de él.
¿Existe privilegio más grande?
Made with FlippingBook Publishing Software