Practicando el Liderazgo Cristiano, Libro de Notas del Estudiante, SW11

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P R A C T I C A N D O E L L I D E R A Z G O C R I S T I A N O

Siendo un buen pastor

Devocional

Lea Juan 10.7-18. El líder cristiano es alguien que modela su ministerio basándose en la vida y obra de nuestro Señor Jesucristo. Tal vez una de las figuras más familiares del liderazgo cristiano sobre su pueblo sea la del pastor y sus ovejas. Al igual que un pastor protege, alimenta, guía, y cuida su rebaño, nuestro Señor Jesús cuida las vidas de Su pueblo. La imagen de Dios como pastor sobre y por su pueblo es una figura común en las Escrituras (nota: todos los versículos a continuación son extraídos de “La Biblia de las Américas”): Sal. 80.1 - Presta oído, oh Pastor de Israel, tú que guías a José como un rebaño!; tú que estás sentado más alto que los querubines; ¡resplandece! Is. 40.11 - Como pastor apacentará su rebaño, en su brazo recogerá los corderos, y en su seno los llevará; guiará con cuidado a las recién paridas. Ez. 34.12 - Como un pastor vela por su rebaño el día que está en medio de sus ovejas dispersas, así yo velaré por mis ovejas y las libraré de todo los lugares adonde fueron dispersas un día nublado y sombrío. Miq 5.4 - Y él se afirmará y pastoreará su rebaño con el poder del Señor, con la majestad del nombre del Señor su Dios. Y permanecerán, porque en aquel tiempo Él será engrandecido hasta los confines de la tierra. Lo que éstos y otros textos enseñan es la intimidad, afecto y valor que un buen pastor necesita para vigilar a sus ovejas. La máxima expresión de esta verdad podemos hallarla en la persona de nuestro Señor Jesucristo. Al igual que un buen pastor permanece y pelea con los enemigos que amenazan el bienestar del rebaño, nuestro Señor pelea por nosotros, nos protege y da su vida en sacrificio por nosotros en el Calvario. Nadie ha mostrado jamás un amor tan completo y valiente como el Señor lo muestra con Su pueblo. Ahora, lo que es realmente asombroso es que esta imagen del Señor protegiendo y alimentando a su rebaño sea la misma que Dios usa al hablar del líder cristiano y su disposición hacia aquellos a quienes cuida. Qué extraordinaria ilustración nos provee Dios para nuestro liderazgo: un pastor que conoce a cada una de sus ovejas, que cuida genuinamente de cada una de ellas, que se sacrifica y sufre por ellas. Éste cuadro pastoral de nuestro Señor Jesús, quien se entrega por las ovejas, debería ser también el de nuestras vidas. “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”. Que Dios dé gracia a sus líderes para ser buenos pastores de su rebaño. Sal. 23.1 - El Señor es mi pastor; nada me faltará.

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