Practicando el Liderazgo Cristiano, Libro de Notas del Estudiante, SW11

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P R A C T I C A N D O E L L I D E R A Z G O C R I S T I A N O

I. Definiendo la consejería bíblica eficaz

Video y bosquejo segmento 1

A. Definición: el líder cristiano es alguien que provee consejo al pueblo de Dios y dirección espiritual eficaz, a través de una aplicación cuidadosa y pertinente de la Palabra de Dios. 1. Provee consejo al pueblo de Dios: el líder cristiano está encargado de dar consejo y sabiduría bíblica al pueblo de Dios, Santiago 1.5 .

El líder es aquel que sirve de consejero al pueblo de Dios, dando una dirección espiritual efectiva y cuidadosa, con aplicaciones de la Palabra de Dios que tienen sentido y relevancia. El líder cristiano como consejero toca todas las áreas formales del liderazgo mencionadas en el Nuevo Testamento. Los apóstoles mandaron supervisores y diáconos, quienes fueron designados entre los santos (comp. Fil. 1.1). La terminología “ancianos” y “obispos” es usada indistintamente (ver Tito 1.5, 7), y eran ellos quienes pastoreaban al pueblo de Dios (comp. Hechos 20.17, 28). Los “diáconos” (o “servidores”) cuidaban de las necesidades materiales de los santos y eran solidarios con los ancianos (ver Hechos 6).

2. Provee dirección espiritual eficaz: el líder cristiano procura dar dirección espiritual, demostrando el cuidado y la intención de proveer sanidad a aquellos que están necesitados.

3. A través de una aplicación cuidadosa y pertinente de la Palabra de Dios: el líder cristiano basa sus estrategias y métodos en la enseñanza y promesas de la Palabra de Dios, 2 Ti. 3.16-17.

B. Implicaciones para el liderazgo cristiano urbano

1. Liderazgo cristiano es sinónimo de ser un consejero piadoso.

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2. Dios quiere que sus líderes guíen a Su pueblo al entendimiento y cumplimiento de su voluntad, la cual es buena, aceptable y perfecta, Ro. 12.1-2.

3. La Palabra de Dios ofrece el mejor, más rico y más claro entendimiento en lo concerniente a la condición humana y el camino a la libertad, entereza y la justicia en la persona de Cristo, 1 Pe. 1.23-35.