Practicando el Liderazgo Cristiano, Libro de Notas del Estudiante, SW11

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P R A C T I C A N D O E L L I D E R A Z G O C R I S T I A N O

Existe una creciente división entre aquellos que prefieren los estilos más contemporáneos de adoración y quienes prefieren las formas tradicionales y liturgias. Una estimada madre en la iglesia, frustrada por la nuevas características del servicio, le dijo al pastor recientemente: “Este nuevo tipo de adoración no está bien. Están haciendo todo mal. Necesitamos regresar a la forma original de adorar”. ¿Cómo aconsejaría al pastor a que guíe a la iglesia en estas discusiones acerca del nuevo/antiguo estilo del servicio de adoración?

“No estoy siendo alimentado”.

Al usar el leccionario (e.d., todas las listas de textos ordenadas anualmente, compartidas por muchas denominaciones y asambleas para que se sigan en las reuniones), observa que muchos en el cuerpo están expresando insatisfacción con respecto a las temáticas y la presentación de los sermones. Muchos han comentado que están creciendo en forma notable a través de sus enseñanzas, pero un pequeño grupo se hace oír, expresando una profunda preocupación por las mismas. Un estimado miembro le dijo en forma franca la semana pasada, “estoy espiritualmente hambriento. Sus sermones y enseñanzas no me están ayudando a crecer. ¡No estoy siendo alimentado!”. Si se enfrentara a una situación similar, ¿cómo respondería?. Mientras enseñábamos la importancia de nuestra vida devocional en el cuerpo y la práctica de las ordenanzas/los sacramentos, un miembro de la iglesia no estuvo de acuerdo. Ella cree que para madurar en Cristo alcanza únicamente con creer en Él. La salvación es a través de Jesucristo y el crecimiento es en Su persona. Ella declaraba en forma rotunda no estar de acuerdo con la idea de asistir semanalmente a las reuniones o participar de las ordenanzas/los sacramentos para alcanzar una mayor madurez. La hermana decía tener su fe, su Biblia y su amor por Cristo, estando convencida que no necesitaba nada más. ¿Cómo le explicaría a esta hermana que no es posible crecer si no se comparte la adoración junto con el cuerpo, la nutrición de la Palabra en la comunidad y la participación en las ordenanzas/los sacramentos en la iglesia? ¿Qué haría si ella permaneciera firme y sin cambiar de parecer? “No creo que tenga que hacer eso”.

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El concepto bíblico de representación es fundamental para la práctica del liderazgo cristiano: el líder no se representa a sí mismo, sino a la autoridad y propósito del Señor. Al

Reafirmación de la tesis de la lección