Representar

Representar - 30 Dias en la Palabra y la Oracion

Representar 3 0 D Í A S E N L A PA L A B R A Y L A O R A C I ÓN

Representar: 30 Días en la Palabra y la Oración

© 2020, World Impact, Inc., Todos los Derechos Reservados La copia, redistribución y/o venta de estos materiales, o cualquier transmisión no autorizada, salvo que esté expresamente permitido por la Ley de Derechos de Autor de 1976 o permitido por escrito por parte del autor, están prohibidos. World Impact 3701 E. 13th St. N. Wichita, Kansas 67208 A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas provienen de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.

Colaboradores Tina Busenitz Rev. Ryan Carter Rev. David Estrada

Pastor Shaun Estrada Pastor Heather Gates Candy Gibson Alejandro Alvarado Huertas

Karolina Núñez Mata Pastor Cedric Nelms Mónica Pennington Mirna Esquivel Pérez Cindy Smith Rev. Ted Smith Pastor Robert Vásquez Ministro Ordenado Tshlaine Webster Editor Chris Acker Traducido al Español por Karel Golcher Diseño del Libro

Kaitlyn Brown Candy Gibson Arte de la Portada Mark Gibson

Tabla de Contenido

Prefacio .............................................................................................. Días 1-10 ........................................................................................... Cuando el Miedo Se Encuentra Con la Fe ...................................... Días 11-20 ......................................................................................... Servidumbre y Pies Apestosos ......................................................... Días 21-30 ......................................................................................... De la Desesperación a la Restauración .......................................... Apéndice 1 : 1. Guía de Enseñanza y Estudio de Representar...... Apéndice 2 : 2. Información sobre World Impact ........................ Apéndice 3 : 3. Información Sobre los Retiros de Liderazgo Urbano de World Impact ................................................................

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Prefacio

En World Impact, creemos que la iglesia local es el elemento fundamental para la vida personal y la transformación de la comunidad. Nuestros programas de capacitación ministerial están diseñados para ser asequibles, accesibles, y para afirmar el llamado ministerial utilizando el modelo de “capacitar al capacitador.” En otras palabras, creemos que a medida en que usted aplica los principios bíblicos a su propia vida, usted puede empoderar a alguien más. Empoderar a alguien es ayudarlo a hacer algo. ¿Quién no necesita ayuda en la vida? Esta es una función altamente infravalorada. No estoy hablando de un programa vibrante de grupos pequeños, sino de relaciones auténticas construidas durante largos períodos de tiempo. Este libro es una herramienta para ayudarle a estar más capacitado para que capacite a otros. Cristo dijo en Mateo 16.18 “edificaré mi iglesia” – no el ministerio de comida, el programa de mentoría o la empresa de desarrollo comunitario, “y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” Estoy a favor de las buenas obras como las mencionadas. Sin embargo, también creo que el ser la iglesia es un activo infravalorado en nuestro momento en la historia. ¿Qué hace que una iglesia sea especial? La gente. Una iglesia saludable es un lugar sagrado. La santidad yace en el corazón de la fe cristiana. 1 Pedro 1.16 dice: “Porque está escrito: Sed santos, porque yo soy santo.” Se nos indica que seamos como Dios, santos en todo lo que hacemos. La santidad significa 1) representar el carácter de Dios y 2) ser apartado para el servicio de Dios. Al hacerlo, adquirimos el privilegio de influir en situaciones para la gloria de Dios.

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Y aquí hay una comprensión clave de la santidad que creo que es la más olvidada: La santidad es la forma de empoderamiento . A medida que usted utilice esta herramienta, piense en el antiguo eslogan de Home Depot: ¡Usted puede hacerlo, nosotros podemos ayudarlo! Creemos que usted tiene los dones, el talento y la capacidad de caminar con Dios, y todo lo que Dios necesita es un participante dispuesto. No importa en qué situación usted se encuentre, pues eso no determina su destino. Dios le ama y puede usarle. World Impact también cree firmemente en la mentoría. Cristo nos dio el mandato de ir y hacer discípulos. Se necesita un mentor que nos ayude a obtener una comprensión adecuada de la Biblia. ¡No avance por este libro solo! Busque a alguien para estudiar los principios enseñados y conviva con ellos. Tengo una frase favorita en latín que suelo usar: Carpe Diem. Significa “aproveche el día.” Que Dios le bendiga mientras lo hace. En Cristo, Dr. Alvin Sanders Presidente & Director Ejecutivo, World Impact Este Libro es Para Usted Uno de los mejores dones que tenemos como creyentes es la capacidad de pasar tiempo en presencia de nuestro Señor. Dios desea pasar tiempo con nosotros, sus amados hijos. Pero las presiones diarias y las responsabilidades aparentemente infinitas que enfrentamos cada día pueden evitar que hagamos del tiempo con él una prioridad. Puede parecer abrumador agregar UNA COSA MÁS a nuestras vidas ya tan ocupadas.

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Hermana y hermano, le invitamos a detenerse y descansar un minuto. Encuentre una silla cómoda. Tome una taza de café y tómese un momento para dejar lo que está haciendo y permitir que el Señor le hable a su corazón. El libro que tiene en sus manos contiene 30 pasajes de las Escrituras con las oraciones correspondientes, todos escritos por líderes y participantes de los Retiros de liderazgo de World Impact en los Estados Unidos. Cada devocional tiene solo una página. Si tiene prisa, puede hacerlo en menos de cinco minutos. Si tiene más tiempo, intente meditar en las Escrituras, releerlas y pedirle al Señor que le muestre cómo puede aplicar su Palabra a su vida. También hemos incluido tres devocionales más largos con ejercicios espirituales para una reflexión más profunda, utilizando la vida del apóstol Pedro como guía. El enfoque de este libro es la representación y lo que significa para nosotros vivir como embajadores de Cristo. ¿Cómo vivimos de tal manera que nuestras vidas reflejen a la persona misma de Cristo? Lo invitamos a usar las oraciones y las Escrituras para atraerlo a una relación que le cambie la vida con nuestro Salvador. Es solo a través de permanecer en Cristo que realmente podemos representarlo. También hemos incluido un bosquejo de estudio/ enseñanza en la sección de apéndices de este libro para aquellos que deseen profundizar en este tema. Nuestra esperanza y oración es que este devocional les acerque a nuestro Señor y Salvador. Si ha estado estudiando la Palabra toda su vida o solo unas pocas semanas, ¡este libro es para usted!Guarde este libro en su mochila, cartera o automóvil. Que sea un recordatorio visual de que el Señor Dios del Universo quiere pasar tiempo con usted. Tina Busenitz Directora de Retiros de World Impact

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Una Palabra Sobre el Apóstol Pedro A menudo él decía lo incorrecto. Fue reprendido por Jesús. Actuó precipitadamente. A pesar de sus fallas fácilmente identificables, Cristo lo llamó Pedro, sobre el cual construiría Su iglesia (Mateo 16.18). Pedro fue el primero en confesar sus pecados a Jesús y reconocerlo como el Mesías. Más tarde, él pondría las bases de la iglesia primitiva. En Pedro, nos vemos a nosotros mismos. Nos identificamos con su humanidad. Empatizamos con él cuando negó a Cristo en la víspera de su crucifixión porque nosotros también hemos negado a Jesús. Y al igual que Pedro, recibimos consuelo y restauración del Salvador cuando nos equivocamos. Por la gracia de Dios, vemos a Pedro convertirse en “la roca” que Jesús dijo que se convertiría. Cuando le vemos en el libro de Hechos, ya no le preocupa la gloria personal y un salvador que se sentaría en un trono terrenal. Vemos a un hombre que predica a Cristo por encima de todo. Él tiene una mentalidad de reino y sus palabras y acciones reflejan eso. La transformación que presenciamos en Pedro es el resultado directo de su estrecha relación con Jesús. En un mundo donde la autopromoción no solo es común sino esperada, vemos un modelo muy diferente en el apóstol Pedro. Él no tenía un currículum brillante lleno de logros personales. Era un pescador sin educación. Pero su ministerio no era sobre sí mismo o su posición. Siempre se trataba de Cristo, incluso hasta en su muerte. Tenemos el honor y el privilegio de representar a nuestro Señor Jesucristo en nuestros hogares, iglesias, lugares de trabajo y comunidades. Así como Pedro, sirvamos humildemente como embajadores del Rey de reyes.

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“Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden... Y para estas cosas, ¿quién es suficiente? Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que [como hombres y mujeres] con sinceridad, como de parte de Dios....” 2 Corintios 2.15, 16b-17

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Día 1

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.” 2 Corintios 5.17-20 Oh Padre soberano, creador del cielo, la tierra y toda la existencia, vengo ante ti reconociéndote como mi Dios y Señor. Dios eterno, gracias por el sacrificio perfecto de nuestro Señor Jesucristo en la cruz, dándonos la oportunidad de ser tus hijos y nuevas criaturas que pueden dejar atrás nuestro pasado y seguir adelante. Padre, enséñanos y ayúdanos a valorar verdaderamente tu sacrificio y a vivir sinceramente como embajadores de tu Reino aquí en la tierra. Eres nuestra fuerza. Oro en el nombre de Jesús. Amén.

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Día 2

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.” 1 Pedro 3.8-9 Señor poderoso y maravilloso, vengo ante ti sabiendo que eres mi Dios y que sin ti no soy nada, y sin tu ayuda no puedo hacer nada. Señor, ayúdanos a vivir según tu voluntad. Ayúdanos a entender que todos somos hermanos y hermanas que no están aquí para competir entre sí, sino que están aquí para amarse y ayudarse mutuamente. Amado Dios, quítame todo ego y egoísmo y ayúdame a poner a mis hermanos y hermanas antes que a mí mismo. Oro para que nuestro deseo siempre sea ser de bendición para alguien todos los días de nuestras vidas. En tu santo nombre. Amén.

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Día 3

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.” Romanos 1.16-17 Amado Padre Celestial, vengo a ti en el poderoso nombre de Jesús. Te doy gracias por el Evangelio, la buena noticia que nos hace libres. Y te alabo porque la obra de Jesús en la cruz es tan poderosa hoy, como siempre lo ha sido. Por lo tanto, no me avergüenzo de compartir valientemente el Evangelio y lograr ver que la salvación llegue a aquellos que creen, como cumplimiento de tu misión. Padre, te agradezco que tu salvación no solo sea para rescatarnos, sino también para redimirnos y hacernos justos ante tus ojos. Esto solo puede venir por fe, así que te pido que me ayudes desde el principio hasta fin. Oro para que pueda vivir una vida justa en ti. Eres amor y tus intenciones hacia mí son buenas. Gracias por ser un Dios fiel que siempre cumple Su promesa. Amén.

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Día 4

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” Mateo 5.14-16 Señor, que tu luz brille en la oscuridad. Que nosotros, tu pueblo, seamos el punto brillante en un momento desesperado. Que tu luz irradie a través de nosotros y atraiga a aquellos que necesitan consuelo, amor, verdad y salvación. Que tu amor genere buenas obras, amabilidad y alegría que traiga gloria a tu nombre. Amén.

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Día 5

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.” Romanos 8.14-17 Padre Dios, venimos a ti en el nombre de Jesús, creyendo que cuando recibimos tu Espíritu ya no éramos esclavos temerosos. En cambio, somos adoptados como Tus hijos. Te agradezco que ahora puedo llamarte Padre y tu Espíritu afirma que soy tu hijo (hija). Como soy tu hijo, soy el heredero de tu gloria con Cristo. Sin embargo, tu Palabra nos dice que si compartimos la gloria de Cristo, también debemos compartir Su sufrimiento. Ayúdame a soportar y desarrollar una resolución profunda para seguir a Cristo sin importar mis circunstancias actuales. Ayúdame a seguir mientras tu Espíritu me guía. Siempre puedo estar seguro de que eres una guía perfecta que me protegerá donde sea que me lleves. Gracias por ser siempre un buen padre. Amén.

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Día 6

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir.” 1 Pedro 1.13-15 Amado Señor, ¡estoy tan agradecido de que tengas los “planos” para mi vida! ¡Tienes un camino para que camine, has iluminado ese camino y me has llamado a la acción! Dios, ayúdame a fijar mis ojos en tu voluntad y a no cansarme o perder de vista lo que me has llamado a hacer. Señor, dame autocontrol en momentos en los que normalmente volvería a mis antiguas formas de vida. ¡Ayúdame a que mis deseos sean tus deseos! Gracias por hacerme crecer y por madurarme en tu Palabra. Señor, oro para que pueda glorificarte en todo lo que hago. Amén.

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Día 7

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12.1-2 Padre Celestial, te agradezco por el amor y la misericordia que me has brindado. Estoy tan agradecido por el perdón de mis pecados y por el regalo de la vida eterna a través de tu Hijo Jesucristo. Oro para que me guíes todos los días de mi vida. Que no me conforme con los valores de este mundo, sino que pueda ser transformado por la renovación de mi mente. Que siempre me ofrezca como sacrificio vivo, santo y agradable a ti. ¡Que este sea mi acto espiritual de adoración para ti, oh Señor! Que siempre seas honrado y glorificado, en el nombre de Jesús. Amén.

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Día 8

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios; mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.” Lucas 12.8-9 Padre,

Trato de respaldarte en todas mis acciones. Que mis labios digan la verdad de tu señorío. Que mis acciones proclamen tu amor. Que mis palabras sean audaces y santas. Que mi corazón sea tuyo siempre. Y tu nombre mi primer pensamiento Para que yo sea conocido por ti. Para que seas dado a conocer al mundo a través de mí. Amén.

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Día 9

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Filipenses 3.13-14 Amado Señor, ¡gracias por mi salvación! Gracias porque puedo vivir en el presente sin temor o culpa de mi pasado. ¡Ayúdame a continuar como un hijo del Rey con la cabeza en alto caminando hacia lo que sea que tengas para mí, sabiendo en última instancia que me sentaré a tus pies en el cielo y alabaré tu santo nombre! Amén.

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Día 10

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” Juan 8.31-32 Santo Padre amoroso, gracias por todas las misericordias que me has otorgado. Te agradezco por tu Hijo, Jesucristo, y el sacrificio que hizo por mí para que pueda entrar en tu presencia libremente todos los días. Dame discernimiento por tu Espíritu mientras trato de poner en práctica tu voluntad a diario en mi vida. Ayúdame a ser un ejemplo para los demás mostrando tu amor a través de mi vida. Que seas mi guía mientras acerco a otros a ti. Oro para que conozcamos la verdad y para que la verdad nos haga libres. Amén.

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Notas Ahora que ha completado los primeros diez días, tómese unos minutos para reflexionar sobre lo que Dios le ha estado enseñando. ¿Qué pasaje(s) de las Escrituras se destacaron para usted? ¿Cómo aplicará lo que ha aprendido?

Cuando elMiedo Se Encuentra Con laFe Lea Mateo 14.22-33 El corazón de Pedro late en su pecho cuando da ese primer paso tentativo fuera de la barca. Él ve a Jesús a la distancia, parado en el agua. Cuidadosamente, comienza a caminar, mientras enfoca sus ojos en el rostro del Salvador. Pero luego oye el látigo del viento y siente que tira de su manto y quita los ojos de Jesús. Él mira las olas y un miedo repentino lo asalta. Aterrorizado, comienza a hundirse en el agua oscura. Eso es lo que pasa con el miedo: Una vez que se apodera de usted, se siente impotente para hacer cualquier cosa. La perspectiva lo es todo. Cuando los ojos de Pedro estaban puestos en Jesús, no estaba preocupado por ahogarse. En el momento en que miró hacia abajo, fue abrumado por el miedo. Cuando nos enfocamos en nuestras circunstancias, dejamos que el miedo determine lo que vemos. Pero afortunadamente, servimos a un Salvador que comprende nuestras debilidades. Él sabe que nos distraemos y abrumamos fácilmente. Y Él está allí para rescatarnos cuando, como Pedro, le clamamos. La fe viene cuando estamos cara a cara con nuestro miedo. Es cuando nos enfrentamos a las tormentas de la vida que podemos caminar con fe. En su libro, Una Piedra Frágil , el autor dice de Pedro: “La lección es que Pedro necesitaba hundirse para dar el siguiente paso de fe. ¡Porque caminar sobre el agua no aumenta nuestra fe, solo el hundimiento lo hace!” 1

1 Michael Card, Una Piedra Frágil, la vida emocional de Simón Pedro (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 2003), 53

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Quizás usted se encuentre con una tormenta en su vida. Tal vez encuentre difícil fijar sus ojos en Jesús porque las olas son demasiado grandes y el viento es demasiado fuerte. ¡Tenga ánimo! El mismo Jesús que se agachó y salvó a Pedro, todavía está agachándose para rescatarnos a nosotros, sus amados hijos. Tómese unos minutos y medite en este himno:

“Pon Tus Ojos en Cristo” Oh alma cansada y turbada ¿Sin luz en tu senda andarás? Al Salvador mira y vive Del mundo la luz es su faz. Coro: Pon tus ojos en Cristo, Tan lleno de gracia y amor, Y lo terrenal sin valor será A la luz del glorioso Señor. Ejercicio:

Tómese un momento y escriba lo que le preocupa o le causa miedo. Ore por su lista de oración y entréguele cada preocupación a Cristo. Luego, haga la siguiente oración que se basa en Filipenses 4.6-7. Amado Padre, ayúdame a no estar ansioso por nada, porque sé que tienes el control de todo. Ayúdame a recordarme que debo acudir a ti con mis peticiones en lugar de tratar de resolver todo por mi cuenta. Gracias por las muchas formas en que me has bendecido. Puedo mirar hacia atrás y ver tu mano sobre mi vida. Humildemente pido tu paz, que sobrepasa todo entendimiento. Por favor guarda mi corazón y mantén mi mente enfocada en ti. Amén. ¿Ahora qué? ¡Tome lo que ha aprendido y aplíquelo a su comunidad!

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Conexión Comunitaria: Tómese un tiempo para caminar por la comunidad donde se encuentra su iglesia o ministerio. Comience a escribir lo que ve: Cuál es el estado de los edificios, parques, casas, apartamentos, etc. ¿Ve lo que Dios ve, o ve las cosas con ojos de miedo? Por aquellas áreas que causan temor en su corazón, ore para que Dios aumente su fe.

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Día 11

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Bienaventurados los perfectos de camino, los que andan en la ley de Jehová. Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan; pues no hacen iniquidad los que andan en sus caminos.” Salmo 119.1-3 Amado Padre, anhelo caminar por tus caminos, pero confieso que a menudo me pierdo. Me rindo a los deseos egoístas y me encuentro tímidamente siguiéndote solo a medias. ¡Padre, quiero conocerte a ti y a tus caminos! ¡Quiero que tus deseos sean mis deseos! Señor, dame pasión para estar en tu Palabra. Ayúdame a obedecer lo que me has llamado a hacer. Y cuando caiga, dame la fuerza para volver a levantarme y comprometerme con tus caminos. Amén.

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Día 12

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor.” 1 Pedro 2.1-3 Amado Padre, confieso que he dicho y pensado cosas sobre otros que están llenas de celos, ira y amargura. Sé que si voy a representarte verdaderamente en pensamiento y obra, necesito renovar mi mente. Necesito llenarme de comida espiritual, tu Palabra. Tu palabra está llena de vida y luz. El Salmo 119.103 dice: “¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras, más que la miel a mi boca!” Ayúdame, Señor, a deshacerme de las cosas de mi vida que me causan pecado. Crea en mí un deseo de alimentarme de tu Palabra y meditar en tus verdades. Amén.

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Día 13

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.” Hebreos 12.1-3 Señor Jesús, venimos ante tu presencia confiando y sabiendo que no estamos solos. Sabemos que estamos rodeados por una gran nube de testigos. Ayúdanos a dejar de lado todo el pecado que nos rodea, el pecado que no nos permite estar llenos de ti. Que podamos continuar este camino con nuestros ojos enfocados en ti, el autor y consumador de nuestra fe. Sabemos que te sientas a la diestra del Padre. Pido que nuestra fe aumente para seguir avanzando. Padre, que tu fuerza se perfeccione en nuestra debilidad. Por fe, lo creo y lo recibo en el nombre de Jesús. Amén.

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Día 14

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.” 1 Pedro 5.8-9 Padre Celestial y gran Dios, venimos ante ti pidiéndote que nos des el deseo de buscarte en oración, ayuno y estudio de la Biblia. Comprendemos que agarrarnos firmemente de ti es la única forma de resistir a nuestro adversario, el diablo, que siempre está tratando de ver a quién puede devorar. Ayúdanos a resistir y reafirmarnos en la fe. Oro por nuestros hermanos y nuestras hermanas que sufren con nosotros en todo el mundo. Por favor cuídanos, Jesús. Amén.

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Día 15

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.” Efesios 4.20-24 Padre, tu amor me abruma. Gracias por elegirme y usarme para compartir tu amor. Enséñame a caminar en tu gracia y tu bondad. Señor, mientras permanezco en ti, confío en ti para guiar mi vida en la dirección que producirá frutos que permanecerán para tu gloria y honor. Amén.

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Día 16

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.” Filipenses 3.7-11 Amado Padre Celestial, me doy cuenta de que es un gran privilegio representarte. Ayúdame a ver que cualquier cosa terrenal que pueda adquirir (dinero, poder, notoriedad, relaciones, seguridad) es basura en comparación con conocerte como mi Salvador. Por la fe en ti, ya no soy esclavo del pecado, sino que estoy vestido de tu justicia. Gracias por permitirme ser un embajador tuyo. Sé que al servirte, estoy llamado al sacrificio e incluso a sufrir por tu nombre. Oro para que a través de mi sufrimiento, pueda llegar a conocerte más profundamente. Conocerte es el mejor regalo que pueda recibir. Ayúdame a vivir una vida digna de tu vocación. Amén.

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Día 17

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.” Juan 15.16 Señor Dios, creador de todas las cosas, gracias por este nuevo día lleno de gracia y nueva misericordia. Padre, ya sabes mis pensamientos. Toma mi mente con tu verdad. Las luchas de la vida quieren consumirme y tentarme con mi antigua forma de pensar y vivir. Tú, oh Señor, tienes el poder de hacer nuevas todas las cosas. Renueva mi mente. Refresca mi espíritu. Envuélveme con nuevas vestiduras de justicia y santidad. Este es el día que has hecho Señor, me alegraré y me regocijaré en ello. Amén.

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Día 18

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Mateo 22.37-39 Amado Padre, todos los mandamientos se cumplen en una sola palabra: Amor. Oh Señor, tu amor ha llenado los mares, la tierra, el aire, todas las criaturas grandes y pequeñas. Por el traicionero engaño de nuestro enemigo Satanás y nuestros corazones, nos hemos separado de tu amor, pero Cristo Jesús ha destruido la barrera de las mentiras y ha hecho un camino directo para que podamos ver con claridad. Ahora te amamos con todo nuestro corazón: el corazón que está roto, el corazón que está lleno de vida, el corazón que late la primera vez y el corazón que termina la carrera aquí en la tierra. Ahora te amamos con toda nuestra alma, el alma que ahora se mezcla íntimamente con tu Espíritu Santo, siendo llevada a través de las tormentas de la vida y los días soleados. Ahora te amamos con toda nuestra mente, la mente que explora tu Palabra y tus caminos desde el amanecer hasta el atardecer. Amén.

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Día 19

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.” Gálatas 5.22-25 Espíritu del Dios viviente, gracias por la generosidad de tu cosecha. Como obreros del reino de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, llevamos tu fruto en la ciudad. Compartiremos tu amor en cada mesa donde comamos. El gozo se derramará de nuestros barriles cuando apaguemos la sed de niños que juegan en las calles. La paz se convertirá en nuestro escudo en tiempos de disturbios, agitación y clamor. La paciencia será nuestro maestro en tiempos de incertidumbre y confusión. No ignoraremos la amabilidad que muestras todos los días por los seres queridos y los extraños. Te daremos gloria por la ternura que limpia las lágrimas. Eres fiel a cada generación; Tomaremos nuestra posición en cada rincón de la ciudad. Ayúdanos a mostrar la gentil misericordia que has derramado en la cruz. Como soldados a tu cuidado, Señor, nos sometemos a tu control. Amén.

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Día 20

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.” 2 Pedro 1.5-8 Nuestro Padre Celestial, te agradecemos por la provisión que nos has preparado. Somos tus hijos que buscamos tu santa sabiduría para crecer en la fe, sometiéndonos a ti y solamente a ti. Deseamos alabarte y honrarte, declarándole al mundo a través de nuestras acciones (en fe), que todo proviene de ti. Amado Padre, es tu Espíritu Santo el que nos ayuda a hacer el bien y no el mal, porque es a través de tu Espíritu que podemos lograr el autocontrol. Cuando aprendemos a ser guiados por tu Espíritu Santo, podemos perseverar independientemente de los desafíos y las batallas que enfrentamos en este mundo. Que sigamos creciendo en el amor que nos da nuestro Señor y Salvador Jesucristo para servirte a ti, a nuestra iglesia, a nuestra comunidad y a nuestros hermanos y nuestras hermanas. Que la gloria sea tuya para siempre. Amén.

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Notas Elija un pasaje de las Escrituras de los últimos diez devocionales y escriba su propia oración a Dios. ¡No hay forma incorrecta de hacerlo!

Servidumbre y Pies Apestosos Lea Juan 13.1-11 y Lucas 22.24-27 Imagínese que usted ha caminado millas por caminos polvorientos. No solo eso, sino que lleva sandalias, sus pies expuestos al polvo, al agua sucia y otros desechos. En época de Jesús, esto era una realidad diaria. La mayoría de los hogares tenían un criado que lavaba los pies de los invitados. Esto era considerado una posición baja, sin glamour ni honor, pues lavaban pies que tenían muy mal olor. Sin embargo, aquí vemos al Hijo de Dios, asumiendo el papel de un siervo. Lo que hizo no sólo fue extraño, era impensable. Como maestro, habría estado por encima de tales tareas. Pedro está sorprendido por esta exhibición, pues va en contra de todas las normas culturales. De hecho, lo inapropiado de todo esto hizo que Pedro exclamara: “¡Nunca me lavarás los pies!” Pero Jesús dejó muy claro que a menos que lavara los pies de Pedro, no tendría lugar con él. Pedro aprende que si quiere ser un verdadero discípulo de Cristo, debe someterse a quien Jesús realmente es: Un siervo humilde que hace la voluntad de su Padre. Como usted ve, Jesús está modelando para los discípulos de qué se trata el verdadero liderazgo de servicio. No se trata de la gloria terrenal. No se trata de ocupar un puesto de gran honor. Está llamando a sus discípulos a la humildad, a ser siervos. ¡Se trata de un reino al revés! El Hijo de Dios lavando los pies sucios y ordenando que ellos también sean tales servidores. Era una forma revolucionaria de pensar en ese momento y sigue siendo revolucionaria en la actualidad. Un hombre joven que recientemente se unió a una iglesia se acercó a su pastor un domingo y le preguntó cómo podía servir en la iglesia. El pastor, contento de escuchar esas cosas, le dijo al hombre que necesitaban que alguien pusiera y quitara las sillas todos los domingos. La cara del hombre decayó. Él esperaba servir en una posición “inicial.” 37

¡Cuán cierto suena esto para muchos de nosotros! ¿Con qué frecuencia ofrecemos servir solo si podemos hacerlo de tal manera que nos glorifique a nosotros mismos? Hermanas y hermanos, si queremos ser verdaderos representantes de Cristo, debemos aprender a servir. Debemos estar dispuestos a servir en puestos donde todos nos vean, como en puestos donde nadie nos vea. Debemos estar dispuestos a sacrificar nuestro orgullo para avanzar el Reino de Dios. A veces, podemos ser llamados a enseñar, liderar o pastorear. Otras veces, podemos ser llamados a avanzar el Reino de Dios poniendo y quitando sillas, limpiando baños o amando a los que no son amables. Ejercicio: Tómese unos minutos para preguntarle a Dios cómo podría servirle mejor: En su hogar, comunidad e iglesia. Escriba lo que el Espíritu le trae a la mente. Luego, haga esta oración de santa Hildegarda de Bingen: Que te agrade, Señor, iluminar mi corazón con el fuego de tu amor. Ofrezco mis manos para hacer tu obra, mis labios para cantar tus alabanzas y mi vida para proclamar tu gloria. Mira a mis vecinos en sus necesidades y guíame y bendíceme mientras te sirvo en ellos; por el amor de Jesús, amén. ¿Y ahora qué? ¡Lleve lo que ha aprendido y aplíquelo a su comunidad! Conexión Comunitaria: ¿Cuáles son las áreas en su comunidad que necesitan atención? ¿Dónde se sentiría mejor usted “lavando los pies” de aquellos que están cansados del viaje de la vida? Angel Tree es una organización que apoya a los cónyuges e hijos de quienes están encarcelados. Hay instalaciones para personas de la tercera edad a las que les encantaría que la gente viniera y pasara un tiempo con ellos. Los programas de mentoría siempre son necesarios en la comunidad. Estas son solo algunas de las áreas en las que usted podría ser útil.

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Día 21

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.” Efesios 5.1-4 Padre Dios, concédeme todo lo que necesito para representarte bien en el mundo de hoy. Que mi vida te refleje en todos los sentidos, para que quienes me rodean sepan que soy tu hijo. Mantenme en tu amor. Ayúdame a extender el amor de Cristo a quienes me rodean. Aunque a menudo me siento impotente para vencer los deseos pecaminosos que me enredan, sé que Cristo me ha rescatado y redimido, y me ha dado Su justicia. Recuérdame, Señor, que mi única tarea es aceptar la gracia que ofreces. Quita de mí los deseos pecaminosos de mi carne y concédeme la fuerza para vivir una vida santa que represente tu verdad, amor y santidad para tu gloria. Amén.

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Día 22

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.” 1 Pedro 3.15 Papito, majestuoso y poderoso eres. ¡Te honramos a ti, honrando y adorando a tu Hijo, el Ungido! Jesús, como nuestro Salvador, Señor y Rey, ¡exaltamos tu Santo Nombre! Debido a que tú eres el centro y el foco de todo nuestro corazón, seguimos tu guía mientras compartimos las buenas nuevas con todos los que buscan conocer y comprender esta esperanza y seguridad que consume nuestras vidas. Que brillemos con una luz iluminadora mientras invitamos gentil y respetuosamente a otros a que vengan a verte. Que el amor y el honor que tenemos por ti goteen de nosotros como miel y provoquen que las masas “¡vengan, prueben y vean que el Señor Jesucristo es bueno!” En tu nombre inquebrantable, te lo pedimos. Amén.

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Día 23

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” Efesios 2.10 Santo Señor, gracias por ser nuestro creador y hacedor. ¡Padre, mientras nos movemos hacia tu regazo y sentimos tus brazos y tu espléndido amor envolviéndonos, te alabamos! Porque eres el mejor artista y nosotros somos tu obra maestra. Aun cuando permitimos que tu obra perfecta se manche con el pecado, tú proporcionaste una manera para que nosotros seamos restaurados e incluso renovados a través de tu precioso Hijo, Jesús. Debido a tu hermosa gracia, podemos hacer las muchas cosas buenas que planeaste para nosotros hace tanto tiempo. Recordamos esto y no tomamos este regalo por sentado. ¡Todo es para tu gloria! Amén.

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Día 24

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios.” 2 Timoteo 1.7-8 Padre Dios, fuerte y poderoso, te damos gracias. Gracias por tu hijo.

Gracias por el Espíritu Santo Gracias por mucho poder. Gracias por ser nuestra torre fuerte. Gracias por una mente sana. Gracias por tu gran amor que nunca nos deja atados. Gracias por las luchas que nos ayudan a crecer. Gracias por enseñarnos el autocontrol. Gracias por el mensaje que nos hace libres. ¡Gracias, Padre, que elegimos creer!

Gracias por poner tu poder en nosotros, ya que el Espíritu Santo nos infunde poder para soportar la oposición, lo ridículo, los prejuicios e incluso el peligro. Gracias porque podemos compartir el Evangelio sin temor mientras estamos enamorados de ti, sin vergüenza de proclamar con valentía que Jesús es el Señor. Gracias por el mensaje de esperanza, incluso en medio de nuestro sufrimiento. ¡Gracias por poder declarar valientemente que el poder que vive en nosotros es INVINCIBLE! ¡Gracias Jesús! Amén.

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Día 25

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.” Efesios 4.1-3 Nuestro Padre y nuestro Rey, qué privilegio es conocerte y aún más poder servirte. Por favor, Señor, permite que podamos vivir una vida digna del llamamiento con el que nos has bendecido. ¿Qué podría ser más importante? Al darnos cuenta de esto, ayúdanos a honrarte viviendo siempre con corazones humildes y gentiles. Danos paciencia y tolerancia para soportar las faltas de los demás, porque somos ricos en tu amor. No hay mejor vida para vivir. Padre, permite que podamos permanecer fuertes en tu Espíritu, comprometidos con la paz de Cristo, mientras vivamos y sirvamos juntos. Que esto sea solo para tu gloria. ¡Tú eres digno! Amén.

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Día 26

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.” Colosenses 3.12-14 Padre Dios, gracias por tu soberanía y tu gracia. Gracias, Señor, por perdonarnos cuando aún estábamos en nuestro pecado. Cuando nos acercábamos a ti en nuestra actitud de arrepentimiento, no nos dejaste en ese estado mental. Nos redimiste y por eso decimos gracias, Señor. Padre, continúa vistiéndonos diariamente con compasión, amabilidad, mansedumbre y paciencia. Señor, por favor, continúa siendo la brújula de nuestros corazones que nos muestra que, dado que nos has perdonado, enséñanos a perdonarnos a nosotros mismos y a los que nos han transgredido en la sociedad. En el nombre de Jesús. Amén.

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Día 27

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.” 1 Pedro 2.9 Padre Celestial, gracias por tu luz. Señor, te amamos por salvarnos de la oscuridad y por hacernos una comunidad de personas que forman parte de una familia mayor. Señor, continúa refinándonos para ser las personas para las que nos creaste, personas de la realeza y personas que fueron elegidas para ser tus representantes en este mundo. Por eso, Señor, ¡decimos gracias! Es en el nombre de Jesús que oramos. Amén.

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Día 28

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal.” 1 Tesalonicenses 5.16-22 Amado Padre Celestial, vengo ante ti con un corazón agradecido. Gracias por estar siempre conmigo y ayudarme en cada lucha que enfrento. Cuando tenga la tentación de la desesperación, ayúdame a orar. Cuando mi mente esté abrumada, ayúdame a orar. Cuando mi vida esté llena de bendiciones, ayúdame a orar. Por tu poder, puedo ser un guerrero de oración para ti. Mientras dedico mi vida a la oración, ayúdame a aferrarme a tu Palabra para que pueda servirte y obedecerte en todo lo que hago. Amén.

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Día 29

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Gálatas 5.13-14 Padre Celestial, confieso que a veces es difícil amar a mis hermanos y hermanas. Confieso que a veces que he dicho o pensado cosas hacia otros que no son amables ni amorosas. Ayúdame a mostrar tu amor y misericordia a todos los que encuentro. Gracias por amarme incluso cuando soy pecaminoso y egoísta. Concédeme el poder, a través de tu Espíritu, de amar a los demás como tú me has amado. Te alabo y te agradezco por tu amor incondicional. Amén.

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Día 30

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.” Efesios 6.10-13 Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Te damos gracias por darnos la salvación a través de tu Hijo, nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Gracias por darnos la provisión del Espíritu Santo, quien habita en nosotros y nos guía a través de nuestras luchas en nuestras vidas. Te agradecemos por permitirnos usar la armadura de la fe con la cual podemos mantenernos firmes contra el mal de este mundo. Además, cuando confiamos en la victoria de nuestro Señor y Salvador en la cruz, podemos entender que no es por nuestro poder o fuerza, sino por su Santa Palabra y Su Espíritu Santo. Y si tú estás con nosotros, ¿quién contra de nosotros? Que la gloria y la alabanza sean tuyas por los siglos de los siglos. Amén.

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