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Día 28

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal.” 1 Tesalonicenses 5.16-22 Amado Padre Celestial, vengo ante ti con un corazón agradecido. Gracias por estar siempre conmigo y ayudarme en cada lucha que enfrento. Cuando tenga la tentación de la desesperación, ayúdame a orar. Cuando mi mente esté abrumada, ayúdame a orar. Cuando mi vida esté llena de bendiciones, ayúdame a orar. Por tu poder, puedo ser un guerrero de oración para ti. Mientras dedico mi vida a la oración, ayúdame a aferrarme a tu Palabra para que pueda servirte y obedecerte en todo lo que hago. Amén.

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