Teología de la Iglesia, Libro de Notas del Estudiante, SW03

T E O L O G Í A D E L A I G L E S I A

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“Israel ya no es el pueblo de Dios”.

Recientemente, en una clase de Escuela Dominical con buena asistencia, varios miembros se involucraron en una discusión bien acalorada sobre la condición de Israel en la Obra de Dios. Algunos argumentaron que dado que los judíos estuvieron implicados en la muerte de Jesús, ya no eran aceptos por Dios como su pueblo. Otros decían que Dios no ha abandonado a Israel como su pueblo, pero que ya no tienen más el lugar que tuvieron una vez, ya que fallaron al no creer en Cristo. Otro grupo pequeño sugirió que Israel permanece como pueblo de Dios y que será reconocido de esta manera cuando Jesús regrese en su Segunda Venida. Un grupo creyó incluso que la discusión no era importante, declarando que no debían preocuparse mucho acerca de Israel, que lo importante era Cristo y el ser salvos por la fe en él. ¿Qué aconsejaría al maestro si él/ella viniera para que le ayudara?

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“¿Quién necesita a la Iglesia?”

Una amiga suya dice ser una cristiana comprometida que ama a Dios, lee la Biblia, y busca cómo vivir una vida que genere buenas obras. Sin embargo, esta persona nunca asiste a la iglesia ni se involucra en la vida del cuerpo de Cristo. Cada vez que la invita a venir a la iglesia ella dice, “No creo que necesite ser parte de una iglesia para ser cristiana, de hecho, adoro mejor a Dios al aire libre, en la naturaleza, que dentro del edificio de una iglesia”. ¿Qué le diría a esta persona acerca de su punto de vista del cristianismo?

Predicando la totalidad de la Biblia

El título de la lección “La Iglesia prefigurada” sugiere que hay una relación entre el pueblo de Dios del Antiguo Testamento y la Iglesia, una idea que el apóstol Pablo explora en 1 Corintios 10.1-11: “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto. 6 Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar. Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. Ni murmuréis, como algunos