Teología de la Iglesia, Libro de Notas del Estudiante, SW03

T E O L O G Í A D E L A I G L E S I A

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Exhibiciones innecesarias

Una congregación local que tiene una muy buena cantidad de talentosos músicos y cantantes, comenzó a crecer por medio de la dinámica y remarcable excelencia de las reuniones de adoración. Sin embargo, algunos han comenzado a quejarse ya que el ministro encargado de la música ha hecho que sea más difícil que los adoradores “comunes y corrientes” formen parte del grupo de adoración o de la banda musical. Todos los cantantes deben pasar primero por una prueba de calidad de voz y habilidad de lectura musical, y no se permite la participación de músicos que no puedan leer partituras y acompañar los hermosos (pero difíciles) arreglos seleccionados para las canciones. El ministro de música tiene una firme opinión en cuanto a que Dios es excelente, y por lo tanto nuestra adoración debe ser lo más excelente posible. ¿Qué aconsejaría al ministro de música si le pidiera su comentario sobre el perfil que la adoración está tomando en la congregación? El nuevo líder de la adoración de la iglesia ha estado enfatizando la necesidad de expresiones activas y corporales durante la reunión de adoración. Él tiene una opinión muy vehemente en cuanto a que debemos emplear todos los medios mencionados en la Escritura para expresar nuestro amor a Dios (aplaudir, levantar y agitar las manos, gritar, danzar, arrodillarse, estar en silencio, postrarse, etc) con nuestra expresión corporal. Ahora, un grupo pequeño pero determinado en la iglesia está totalmente en contra de toda esta conmoción, y quiere ponerle fin a estas expresiones corporales. Después de todo, esto no es un partido de fútbol, dicen. Se trata de adorar al Dios Todopoderoso. Por ende, el conflicto comenzó a surgir entre los miembros, y la gente se cuestiona qué es lo más apropiado para esta iglesia. ¿Cómo podría ayudarles a resolver este tema? No puedes obligarme a que adore.

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La sola gracia

Un pastor está testificando de Jesús a una joven y la invita a asistir a la iglesia. Ella responde, “No soy lo suficientemente buena como para asistir ahora. Estoy interesada en las cosas de la religión pero quiero arreglar mi vida primero. Una vez que limpie algunas cosas, entonces iré a la iglesia”. ¿Qué debería decir el pastor a esta joven?