Teología de la Iglesia, Libro de Notas del Estudiante, SW03

T E O L O G Í A D E L A I G L E S I A

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C. Una tercera implicación de la elección de Dios es que la evangelización y las misiones son esenciales, incluso a la luz de la esperanza segura que tenemos en la gracia electiva de Dios.

1. Si bien el Dios todopoderoso conoce aquellos que son suyos, ¡nosotros no! En obediencia a la Gran Comisión, debemos proclamar las Buenas Nuevas hasta lo más remoto de la tierra, haciendo discípulos en todas las naciones, enseñándoles a obedecer los mandamientos de Cristo, Mt. 28.18-20.

2. Las huecas especulaciones y mal interpretadas sobre si Dios predestina o no a los perdidos a la condenación son distracciones absurdas de lo que es la clara revelación de la voluntad de Dios: hacer discípulos hasta que Él venga.

D. Una cuarta y final implicación es que nuestra elección provee a Dios una certidumbre clara de quiénes pertenecen a Él.

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1. Dios conoce a aquellos que le pertenecen, 2 Ti. 2.15-19.

2. Nunca sintamos culpa por aquellos que rechazan a Jesús. Debemos declarar a Jesús como el Señor, y dejar el resto al Espíritu Santo.

3. En vez de disputar acerca de temas que sólo Dios conoce, deberíamos aferrarnos a nuestro rol como creyentes, afirmando el misterio del propósito electivo de Dios, y los límites de nuestra razón. Nunca podremos conocer a todos los que hemos alcanzado, ni las razones profundas de Dios para sus soberanas elecciones. Sin embargo, sí podemos afirmar que Dios nos ha instruido que compartamos las Buenas Nuevas con todos, y que cada uno de los que creen heredará la vida eterna en Cristo Jesús.