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Capítulo 1: La más grande historia en la Palabra• 31

En espera del regreso del rey para reinar En nuestros días entramos en los últimos días de la historia. Pronto y muy pronto, cuando la obra de proclamación haya terminado, Dios dirigirá a su Hijo a regresar a la tierra. Pronto se cumplirán las visiones de los profetas, y la palabra de los apóstoles se hará realidad. El Señor Jesucristo, quien comenzó su trabajo en la encarnación y lo aseguró en la Cruz, establecerá el Reino de Dios en todo el universo. Toda la creación de Dios experimentará la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Jesús regresará, juzgará al mundo con justicia y luego, bajo la dirección de Dios, establecerá su reino glorioso y eterno. Satanás y sus secuaces serán juzgados, y el mundo se transformará. La gloria de Dios será revelada, y toda la creación se regocijará. La tristeza, la enfermedad, la muerte y la vergüenza serán desterradas para siempre, y el reino de este mundo se convertirá en el Reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará para siempre. Esta gran historia terminará con el Padre recibiendo el Reino de la mano de su Hijo, y Dios finalmente será nuestro todo en todo. Este resumen de los eventos por venir representa solo una foto instantánea de nuestra esperanza y futuro cierto. Por al amor de Dios, la gracia de nuestro Señor Jesucristo y la comunión del Espíritu, los que creen vivirán “felices para siempre”. Estamos destinados al trono: nosotros, los que creemos, serviremos a nuestro Dios, transformados por la gracia, empoderados para siempre con cuerpos incorruptibles al igual que el propio cuerpo glorioso de nuestro Señor, para darle gloria a él siempre. En sus nuevos cielos y tierra nueva, todas las cosas glorificarán para siempre a Dios como Señor. Nada puede impedir que se cumpla el futuro de esta historia, porque el mismo Señor lo ha jurado.