Consiga Pretender

30 • ¡Consiga pretender!

Ahora, con la maldición rescindida y la batalla ganada, es seguro que Dios creará de nuevo un nuevo cielo y una nueva tierra. El Calvario cumple el himno apocalíptico: “¡todas las cosas se hacen nuevas!” ¡El mismo Señor Jesucristo se convierte en el comienzo de una nueva creación, el primogénito literal de entre los muertos! Cuarenta días después de su resurrección, el Señor Jesucristo ascendió a la diestra de Dios como Señor de todos. Como victorioso sobre el infierno y la muerte, es exaltado como cabeza de la Iglesia y Señor de la mies. Habiendo recibido actualmente todo poder del Padre, él con el Padre envían el Espíritu Santo a la tierra. Jesús ha ganado la victoria, y en este mismo momento está distribuyendo las bendiciones de su obra salvadora en la cruz. El Espíritu de Dios viene sobre la pequeña compañía de discípulos en pentecostés, y ahora a través de su regeneración divina y la adopción de los creyentes, él establece la Iglesia. Este nuevo pueblo de Dios representa la presencia literal del Reino en este mundo. Con sus reuniones de fe habitadas por el Espíritu, se muestran como la familia del Padre, el cuerpo de Cristo y el templo del Espíritu en la tierra para que todos lo vean y se maravillen. Cuando la Iglesia cuenta la historia de la fidelidad del pacto eterno de Dios en Jesús, el Espíritu Santo atrae a los perdidos al Señor. Ahora, a través de su ministerio, está llamando a hombres, mujeres, niños y niñas de todas las familias, lenguas, pueblos y naciones a unirse con Cristo por fe. A través de su sello y unción, el Espíritu Santo está atrayendo nuevos miembros al cuerpo de Cristo. En su arrepentimiento y fe aseguran su elección, siendo bautizados por fe, aceptando las buenas nuevas de la gracia de Cristo, y siendo incorporados a su Iglesia. Independientemente de la cultura, el género, la clase o el lugar, estos discípulos creyentes son bienvenidos en la comunidad única, santa, universal y apostólica del Rey.