Conversion y Llamado, Guia del Mentor, MG01

C O N V E R S I Ó N Y L L A M A D O

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La Palabra que Llama

Segmento 1: Sacrificialmente disponibles para Cristo como peregrinos y extranjeros

Rev. Dr. Don L. Davis

Este primer segmento explora el concepto de la Palabra de Dios como la Palabra que llama al discipulado. Dios no simplemente nos convierte a Cristo; Él nos llama a vivir la aventura de Su historia , a través de una vida comprometida al discipulado. La misma Palabra que nos llama a la salvación por la fe, también nos llama a estar dispuestos incondicionalmente a seguir a Jesús, amándolo por sobre todas las cosas, nuestro matrimonio y nuestra familia, de tal manera que le sirvamos sin condiciones. Debemos apropiarnos completamente de nuestra nueva identidad en Cristo; el llamado al discipulado nos lleva a adoptar totalmente la identidad de peregrinos y extranjeros en este mundo, tal como en el pasado muchos anhelaron honrar a Dios y buscar Su nueva ciudad en gloria. El llamado al discipulado, también incluye el mandamiento de Dios a vivir una vida de sacrificio para Su gloria. Todo lo que somos y poseemos en esta vida, debemos dedicarlo a conocer a Dios e impartir ese conocimiento a los demás, como esclavos suyos en este mundo. El objetivo de nuestro primer segmento, La Palabra que Llama, es capacitarle para comprobar que: • La Palabra que nos lleva efectivamente a la salvación y a la conversión, también nos llama a vivir como discípulos de Jesús, obedientes a Su voluntad. • Esta Palabra que nos llama al discipulado, demanda que estemos disponibles para Jesús, para amarlo por sobre todas las cosas, sobre otros “amores”, incluyendo nuestro matrimonio y nuestra familia; para que de esta manera, le sirvamos como Señor por sobre todas las cosas. • El llamado también pide que nos apropiemos totalmente de nuestra nueva identidad en Cristo como extranjeros y peregrinos en este mundo, que vivamos y trabajemos como hombres y mujeres que actúan y funcionan como ciudadanos del e.d.,de Dios en este mundo y como representantes de Jesús en la tierra. • La forma de vida del discipulado se demuestra cuando respondemos favorablemente al llamado de vivir una vida de renuncia voluntaria y agradable a Dios, como siervos que somos para Su gloria. Como “esclavos” de Cristo, nos comprometemos a glorificarlo y a cumplir Su voluntad en este mundo, en la forma que Él nos dirija.

Resumen introductorio al segmento 1

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