Currículo Pilar Fundamental, Edición Oficial de Certificación - Guía del mentor (Spanish Cornerstone Mentor's Guide)
106 / CURRÍCULO PILAR FUNDAMENTAL GUÍA DEL MENTOR
Simiente de la mujer, Dios anunció Su decisión de restaurar el orden y la belleza de nuevo en la tierra, la cual fue empañada por la rebelión y desobediencia de la humanidad y el gran príncipe, el diablo. Este quieto y fidedigno anuncio del Reino de Dios estando “a la mano” o “cerca” alude que el Reino ha venido con la presencia de Jesús en el mundo. Dicho de otra manera, Jesús es el Cristo en quien el Reino ha aparecido, “está aquí cerca porque sólo es la inauguración”. Los contactos de esta lección tienen que ver con identificar el comienzo de la decisión de Dios de restaurar Su Reino en la tierra. La noción del principio es importante, no solamente para introducir la lección, sino también por ser crítica en la aplicación de las verdades en esta sección. Por ejemplo, sabiendo que la iniciativa de Dios está en el centro de Su labor salvadora es importante para nuestra actitud de dar gracias a Dios, así como la confianza que tenemos en que la obra del Reino es en efecto el propio trabajo de Dios. Dios es el obrero, y nosotros obreros juntamente con él en Su cosecha, porque “nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios” (1 Co. 3:9, RV60). Dios es el principal actor en el drama de la salvación, y nuestra tarea es participar con Dios como colaboradores en Su viña. El corazón de este contacto es enfatizar los asuntos de los estudiantes, pero se debe hacer a la luz de esta verdad central. Este lección se enfoca en la realización de la presencia del Reino en la persona de Jesús de Nazaret. En un sentido, Jesús es el Rey cuya persona es la base de su autoridad. En otras palabras, Jesús mismo es la base de su Majestad Soberana y su autoridad. Jesús de Nazaret actúa en su vida y ministerio con el papel del Rey Yahweh, llamando a un pueblo a alejarse del mundo quienes seremos su posesión peculiar (Is. 55:5; Jn. 10:16, 27). Como Señor y Rey, Jesús ha dado a su pueblo sus propios juicios y reglas, las cuales deben regular las operaciones y acciones de su pueblo en cualquiera forma que ellos se gobiernen (1 Co. 5:4-5; 12:28; Ef. 4:11-12; Mt. 28:19-20; 18:17-18; 1 Tim. 5:20; Ti. 3:10). Es por su poder y autoridad real que él protege, apoya, y preserva a su pueblo en medio de sus
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T eolog í a y É t i ca
& 3 página 180 Contacto
& 4 página 181 Resumen
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