Currículo Pilar Fundamental, Edición Oficial de Certificación - Libro de notas del estudiante (Spanish Cornerstone Student Workbook)

LECCIÓN 4 | HACIENDO JUSTICIA Y AMANDO LA MISERICORDIA: QUE LA JUSTICIA FLUYA COMO UN RÍO / 465

discuten sobre las formas en las que se debe manifestar ese amor, así como cuándo debe manifestarse . Un cristiano recientemente convertido, durante toda su vida recibió una educación que le provocaba odio hacia una raza en particular, y luego de convertirse no fue exhortado por los líderes a cambiar sus sentimientos e ideas hacia ellos. Su conversión y fe en Jesucristo parecía sincera y auténtica, pero su creciente odio y falta de confianza hacia los miembros de la iglesia pertenecientes a esta raza se mantuvo por meses, sin ocultar su desprecio y disgusto por los mismos. Mientras algunos creían que esta actitud demostraba una conversión no genuina, otros vieron esta situación como una raíz del pasado que debía ir desapareciendo a medida que creciera en Cristo. Todos los que aceptan a Cristo, argumentaban, tienen áreas en sus vidas que necesitan tiempo para ser cambiadas, no es asunto de un día ni de dos deshacerse del viejo hombre, ser renovado en el espíritu de sus mentes y vestirse del nuevo hombre creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad (Ef. 4.20 en adelante). ¿Qué cree acerca de esta situación? ¿Es común en una persona que está creciendo en Cristo o es una señal de falso arrepentimiento? ¿Cómo pueden los líderes encontrar la verdad en este caso? Como creador y hacedor de la tierra, nuestro Dios se preocupa por el mundo y los que viven en él. Tradicionalmente, las comunidades cristianas han asumido diversas posiciones ante el mundo, incluida la retirada de él, la convivencia con él o la aceptación de la responsabilidad de transformarlo. La Iglesia es tanto el lugar como el agente del Reino de Dios en el mundo, pero no de él . Como tal, la Iglesia afirma que Dios es el Dios de toda la naturaleza y también el Dios de la salvación, el Dios de la creación y el Dios del pacto, y el Dios de la justicia así como el Dios de la justificación. En su propio ministerio como representante del Reino de Dios, la Iglesia está llamada a mostrar y anunciar la libertad al mundo, a expresar la integridad de Dios en el mundo y a defender la justicia de Dios en todo el mundo. La base para hacer justicia y amar misericordia entre los pobres de la ciudad es la afirmación de la imago Dei en cada niño, niña, mujer y hombre. Todas las personas son dignas de atención porque comparten la imago Dei incomparable, única e insustituible de Dios. Debido a que todos están hechos a imagen de Dios, toda la humanidad es única y preciosa. Esta imagen constituye la razón por la que debemos hacer justicia y amar la misericordia entre todos los individuos, familias, pueblos y naciones de la tierra. Cada uno de ellos, como portador de la imago Dei , debe ser considerado precioso e insustituible.

Reafirmación de la tesis de la lección

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M i s i one s U rbana s

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