Dios el Espiritu Santo, Guia del Mentor, MG14

D I O S E L E S P Í R I T U S A N T O

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La salvación es ganada

La gracia de Dios nos da:

• una voluntad naturalmente libre, que nos permite escoger ya sea el bien o el mal.

• su revelación, para que podamos entender el bien del mal.

Sin embargo, cada humano es libre por naturaleza de aceptar o rechazar a Dios y obedecer o desobedecer sus mandamientos:

• aquellos que acepten a Dios y le obedezcan se ganan la gracia de la salvación.

• aquellos que rechazan a Dios y le desobedecen se ganan en forma justa el castigo.

Contrariamente a Pelagio, la tradición ortodoxa de la Iglesia afirma que nuestra naturaleza pecaminosa nos impide tomar cualquier acción independiente en lo que respecta a elegir una relación con Dios u obedecer sus mandamientos. Toda la gente entra al mundo con una naturaleza corrompida por el pecado. Ninguna persona reconocería su necesidad de Dios o desearía tener una relación con Él independientemente de la iniciativa de Dios de llamarlo. Juan 6.44 - Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero (compárese con 2 Pe. 1.3). El método por el cual el Padre atrae a la gente a Él es la obra del Espíritu Santo. Ésta es la premisa central de este segmento. Sin la obra del Espíritu Santo ninguna persona entendería realmente quién es Dios, no procurarían conocer al Dios verdadero, ni reconocer la profunda pecaminosidad que tenemos, lo cual nos hace culpables ante Él. Por tanto, la fe, la salvación, la justicia, y la obediencia, provienen completamente de la gracia de Dios y sólo pueden ser recibidas como un don no merecido. El humano no podrá escoger al verdadero Dios en forma independiente al llamado benevolente del Padre y el poder benevolente de su Santo Espíritu.