Dios el Espiritu Santo, Guia del Mentor, MG14

D I O S E L E S P Í R I T U S A N T O

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Is. 64.6 - Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento (compárese con Salmos 143.2). Ef. 2.8-9 - Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios [9] no por obras, para que nadie se gloríe (compárese con Ro. 9.11-12, Ro. 11.6, Gál. 5.4). Tito 3.5 - . . . nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo (compárese con 1 Co. 12.3). Las personas, especialmente los pastores, no deben menospreciar las emociones de quienes se arrepienten. El lamento real y justo debe, de hecho, producir una angustia emocional visible (aunque el grado de emotividad puede variar ampliamente de acuerdo a la personalidad y cultura humana). Sin embargo, el temor a las consecuencias y otros tipos de “lamentos mundanos” pueden también producir señales de sufrimiento emocional. Estas señales emotivas por momentos no son un indicador de que exista un verdadero arrepentimiento. Debe existir además una capacidad de ser enseñable (la buena voluntad de aceptar la corrección sin autojustificación o resistencia y una impaciencia por recibir instrucción con el propósito de compensar el comportamiento pasado) ya que éste es un indicador mucho más confiable de que una persona ha tenido un verdadero cambio en su corazón. Tratamos con líderes cristianos piadosos que han demostrado ser dignos de sumo respeto. Sin embargo, aun los cristianos luchan con el pecado, y muchos de ellos no tienen la posibilidad de compartir sus puntos vulnerables en cada una de sus luchas. La enseñanza sobre el arrepentimiento puede abrir la puerta a un tiempo donde se pueda compartir sobre estas tentaciones. Pídale al Espíritu Santo que le dé sabiduría para discernir la oportunidad para hacer esto. Si le parece apropiado, guíe a la clase a un tiempo de oración para la salvación de sus amados y para la santidad personal y corporativa entre los hijos de Dios.

11 Página 67 Punto del bosquejo, II-B-2-c

12 Página 74 Consejería y oración