Dios el Espiritu Santo, Guia del Mentor, MG14
D I O S E L E S P Í R I T U S A N T O
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que no se puede tomar “más” del Espíritu Santo de lo que se toma en el momento de la salvación. La teología Reformada no llamaría bautismo del Espíritu a la “llenura del Espíritu Santo” como muchos pentecostales lo hacen, sino que usa ese término para referirse a experiencias subjetivas con el Espíritu Santo, las cuales son vistas como una apropiación del bautismo en el Espíritu: Bautismo y Llenura: La distinción entre estas palabras es de suma importancia por los muchos principios que cada una de ellas encierra. En realidad, las palabras ‘bautismo’ y ‘llenura’ están lejos de ser sinónimas, sino que son opuestas. A través del bautismo somos puestos en el elemento. Por la llenura el elemento es puesto en nosotros. Por el bautismo, estamos en el Espíritu. Por la llenura el Espíritu está en nosotros. Este bautismo en el Espíritu, al igual que el bautismo en agua, es inicial, y bíblicamente nunca se repite. De otra manera, la llenura puede repetirse o nunca ser experimentada. El bautismo es un evento histórico. La llenura depende de la experiencia humana. En el día de Pentecostés, ambas cosas sucedieron simultáneamente. Hoy día puede ocurrir lo mismo, y el creyente puede ser lleno con el Espíritu desde el momento de la conversión. Pero aunque sería lo ideal, está lejos de ser lo real. Ya sea a través de la ignorancia de la verdad o de una falla en la apropiación, la llenura del Espíritu es a menudo experimentada un tiempo después de la conversión.
~ J. Oswald Sanders. The Holy Spirit and His Gifts . Revised and Enlarged Edition. Contemporary Evangelical Perspectives Series. Grand Rapids: Zondervan, 1970. p. 65.
Toda la llenura del Espíritu es recibida en el momento de la conversión, pero la apropiación de la misma puede venir en forma progresiva.
J. Rodman Williams es un ejemplo de este enfoque cuando escribe:
12 Página 104 Punto del bosquejo, III-C-3-b
Una palabra adicional sobre el “bautismo en el Espíritu Santo”: El significado de esta expresión es mejor comprendida a la luz del uso que Jesús le dio; “Juan bautizó en agua, pero dentro de no muchos días ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo” (Hechos 1.5). Si tuviéramos únicamente las palabras anteriores de Juan el Bautista, el bautismo en el Espíritu Santo podría referirse a la regeneración, si suponemos que el bautismo de Juan en agua era la preparación externa en el agua para la experiencia interna de una nueva vida, o regeneración, que el acto del bautizo de Jesús trae en el Espíritu. De manera similar, Calvino en su comentario de Mateo 3.11, dice: “Cristo sólo otorga la gracia que es figurativamente representada por el bautismo externo… por medio del Espíritu de
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