Dios el Espiritu Santo, Libro de Notas del Estudiante, SW14

D I O S E L E S P Í R I T U S A N T O

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Cristo y un cambio repentino está sucediendo en su vida. Ha renunciado públicamente a su vieja manera de vivir y ha estado de acuerdo en reunirse regularmente con un compañero a quien le debe dar cuentas (asignado por el pastor principal) quien le puede apoyar con sus luchas y tentaciones y a quien puede confesarle cualquier falla. Si bien la gente de la iglesia se emocionó cuando él aceptó a Cristo, y se regocijó cuando dio su testimonio, algunos de los padres en la iglesia han empezado recientemente a expresar preocupaciones del peligro que puede significar para sus hijos. El domingo pasado, un grupo de padres vinieron al pastor después del servicio y le dijeron que si este hombre continuaba asistiendo a la iglesia, ellos se verían obligados a llevar a sus hijos a otra parte. ¿Cómo es que las enseñanzas bíblicas sobre la obra regeneradora y de adopción del Espíritu Santo pueden guiar al pastor para hablar con los padres y para brindarle cuidado pastoral al nuevo convertido y a la congregación? Janice ha sido cristiana por aproximadamente dos años. Ha sido una asistente fiel, la cual se ha “empapado” con las enseñanzas bíblicas dadas a través de los sermones y estudios bíblicos. Todos en la iglesia estarían de acuerdo en decir que es una cristiana creciente que ama a Jesús y quiere servirle fielmente. Recientemente ella estaba leyendo el libro de Hechos y se encontró con la pregunta de Pablo a sus discípulos de Éfeso (en Hechos 19), “¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis?” Ella se acerca a usted en un obvio estado de confusión y dice, “Yo sé que Dios vino a mí hace dos años y cambió mi vida. Siempre he asumido que en eso consistía la obra del Espíritu Santo, pero ahora no estoy segura. ¿Recibí el Espíritu Santo cuando creí? ¿Hay alguna otra experiencia que necesito tener con el Espíritu Santo? No sé que pensar de todo esto”. ¿Qué debería decirle? ¿Por qué? El Espíritu Santo de Dios es el que nos regenera (nos hace nuevos) y nos adopta en la familia de Dios. El ser bautizados (sumergidos) en el Espíritu de Dios nos une a Cristo y a su Iglesia y nos da acceso al poder de Dios para la santidad y para testificar. Los cristianos no se ponen de acuerdo si la llenura del Espíritu Santo se recibe en la conversión (perspectiva Reformada) o si es una experiencia distinta con el Espíritu Santo que les da mayor poder después de la conversión (perspectivas de la Santidad y Pentecostal). No estoy segura qué pensar

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Reafirmación de la tesis de la lección