Dios el Espiritu Santo, Libro de Notas del Estudiante, SW14
D I O S E L E S P Í R I T U S A N T O
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Luego de recitar y/o cantar El Credo Niceno (localizado en el apéndice), haga la siguiente oración: Sopla en mí, Espíritu Santo, para que mi mente gire hacia lo que es santo. Muéveme, Espíritu Santo, para que pueda hacer lo que es santo. Fortaléceme, Espíritu Santo, para que pueda contener lo que es santo. Protégeme, Espíritu Santo, para que nunca pierda lo que es santo. Amén. ~ San Agustin, Obispo de Hipona y uno de los teólogos clave de la Iglesia. Vivío del 354 al 410 A.C. William Lane, S.J. Praying with the Saints . Dublin, Ireland: Veritas, 1989. p. 20.
El Credo Niceno y oración
Deje las notas a un lado, haga un repaso de sus pensamientos y reflexiones y tome la prueba de la lección 3, La Poderosa Presencia del Espíritu Santo: Parte Uno.
Prueba
Revisión de los versículos memorizados
Repase con un compañero, escriba y/o recite el versículo asignado para memorizar en la última sesión de clase: Romanos 8.22-25.
Entregue el resumen de la lectura asignada la semana anterior, es decir, su breve respuesta y explicación sobre los puntos de vista del autor (Reporte de lectura).
Entrega de tareas
Discusión: Los dones espirituales
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En su libro Soar With Your Strengths , Donald Clifton y Paula Nelson cuentan una parábola sobre una escuela para animales en el prado. Los maestros en la escuela creen que un animal bien entrenado puede correr, nadar, escalar, saltar y volar. Un conejo entra a la escuela y los resultados son predecibles, le va extremadamente bien en el acto de correr y brincar, pero le va muy mal al nadar, trepar árboles y volar. Naturalmente, sus maestros le aconsejan que pase más tiempo en las áreas deficientes. Entonces, el conejo que pasaba sus días corriendo y brincando ahora trabaja en la natación y el vuelo, dándose cuenta que es constantemente humillado o lastimado. El resultado final es que odia la escuela. Al final de la parábola, sin embargo, es inspirado por un viejo y sabio búho, quien le ayuda a visualizar un mundo en el cual cada persona opera según sus fuerzas, dones, y habilidades en vez de tratar de ser lo que nunca fue. En 1 Corintios 12, el apóstol Pablo usa una analogía similar, pero no usa una parábola sobre animales, sino que menciona al cuerpo humano. Los ojos ven bien pero no escuchan bien. Los oídos escuchan bien pero no tienen sentido del olfato. La respuesta que Pablo da a este dilema es que no es posible que cada parte del cuerpo haga todo, sino
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