Dios el Espiritu Santo, Libro de Notas del Estudiante, SW14

D I O S E L E S P Í R I T U S A N T O

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A P É N D I C E 1 6 Ejemplos de declaraciones denominacionales sobre el “bautismo del Espíritu Santo”, las cuales ilustran las diferentes perspectivas

Iglesia Evangélica Presbiteriana Extraído de la Monografía de la Posición sobre el Espíritu Santo, www.epc.org/about-epc/position-papers/holy-spirit.html

Perspectiva de etapa única

Como una denominación de la tradición Reformada, nos suscribimos a la afirmación antigua de la fe cristiana ortodoxa y creemos en “un Señor, una fe, un bautismo” (Efesios 4.5). Este bautismo, si bien se expresa visiblemente en el sacramento del pacto que lleva su nombre, es invisiblemente la obra del Espíritu que ocurre en el momento del nuevo nacimiento. Pablo expresa esta verdad en 1 Corintios 12.13, donde le dice a los Corintios “…por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo…” De este modo, entendemos el concepto del bautismo en o con el Espíritu Santo como el acto del Espíritu que toma a un individuo no regenerado y, a través del nuevo nacimiento, lo adopta en la familia de Dios. Entonces, todas las obras del Espíritu que siguen son por este bautismo inicial en vez de algo aparte a ello. Debido a que los cristianos son llamados a “…ser llenos con el Espíritu…” (Efesios 5.18) todos los creyentes en Cristo, habiendo sido bautizados en Su cuerpo por el Espíritu Santo deben buscar experimentar el cumplimiento de este mandato. Creemos que los cristianos son llamados a proclamar la gracia que se extiende para perdonar, para redimir y para dar un poder espiritual nuevo a la vida a través de Cristo Jesús y la llenura del Espíritu Santo ( Book of Worship , 1-3).

Iglesia del Nazareno Extraído de Artículos de Fe, www.nazarene.org/gensec/we_believe.html

Perspectiva de etapa múltiple: santidad

Creemos que la santificación total es la obra de Dios, posterior a la regeneración, por la cual los creyentes son hechos libres del pecado original, o depravación, y traídos a un estado de devoción total a Dios, y a la santa obediencia del amor perfeccionado. Esto se logra por el bautismo con el Espíritu Santo, lo cual encierra una experiencia que consiste en la limpieza del corazón y la morada del Espíritu Santo (Su presencia interior), lo cual da poder al creyente para vivir y servir.