Dios el Espiritu Santo, Libro de Notas del Estudiante, SW14

D I O S E L E S P Í R I T U S A N T O

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Áreas de desacuerdo entre cristianos respecto a dones espirituales (continuación)

Si los apóstoles, profetas, y lenguas continúan funcionando como un medio de revelación continua, la integridad de la Escritura es puesta en riesgo potencialmente. Una y otra vez en la historia de la Iglesia, cierta gente ha reclamado una revelación nueva y profética que contradijo o fue más allá de las afirmaciones de la Escritura. El testimonio bíblico de Jesús como la Palabra final de Dios no puede ser amenazado, y estas tradiciones teológicas no ven que se pueda reconciliar la posibilidad de nuevas revelaciones con ese hecho. b. Segundo, el papel de los apóstoles como el “fundamento” de la Iglesia parece implicar un lugar único en la historia de la Iglesia. Los Evangelios y el Libro de Hechos son vistos como un punto pivote de la historia durante el cual Dios obra exclusivamente y no repetidamente para cambiar su revelación del Antiguo Pacto al Nuevo Pacto. Esto se logra por la dádiva de revelaciones nuevas (las cuales forman las Escrituras del Nuevo Testamento) y señales y maravillas, las cuales confirman y establecen este testimonio como auténtico. La Iglesia ahora debe existir por el testimonio de esa Palabra, guardando el depósito de fe pero no añadiendo o quitando de ella. (1) Judas 1.3 (RV) - Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. (2) Heb. 1.1-3 (RV) - Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, [2]en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; [3] el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, (3) Gál. 1.8-9 (RV) - Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. [9] Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si