Dios el Padre, Guia del Mentor, MG06
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D I O S E L P A D R E
Después de recitar y/o cantar El Credo Niceno (localizado en el Apéndice), haga la siguiente oración: Tú eres santo Señor, el único Dios, y tus obras son maravillosas. Tú eres fuerte. Tú eres grande. Tú eres el Altísimo, Tú eres Todopoderoso. Tú, Padre santo, eres el Rey del cielo y la tierra. Tú eres Tres en Uno, Señor Dios, plenamente bueno. Tú eres bueno, totalmente bueno, supremamente bueno, Señor Dios, vivo y verdadero. Tú eres amor, tú eres Sabiduría. Tú eres la humildad, tú eres la perseverancia. Tú eres el descanso, tú eres la paz. Tú eres el gozo y la alegría. Tú eres la justicia y la moderación. Tú eres todas nuestras riquezas, y tú eres suficiente para nosotros. Tú eres la hermosura. Tú eres la bondad. Tú eres protector, Tú eres nuestro guardián y defensor. Tú eres el valor. Tú eres nuestro refugio y nuestra esperanza. Tú eres nuestra fe, nuestra gran consolación. Tú eres nuestra vida eterna. Grande y maravilloso Señor, Dios Todopoderoso, misericordioso Salvador.
El Credo Niceno y oración
~ St. Francis of Assisi, 1181-1226. Appleton, George, ed. The Oxford Book of Prayer . Oxford; New York: Oxford University Press, 1988. pp. 62-63
Deje las notas a un lado, haga un repaso de sus pensamientos y reflexiones, y tome la prueba de la lección 3, El Dios Trino: La Grandeza de Dios .
Prueba
Revisión de los versículos memorizados
Revise con un compañero, escriba y/o recite el texto asignado en la última lección como versículos para memorizar: Mateo 3.16-17.
4
Entregue el resumen de la lectura asignada la última semana, es decir, su breve respuesta y explicación de los puntos principales del material de lectura (Reporte de lectura).
Entrega de tareas
¿Libertad o libertinaje?
Toda la iglesia se motivó después de una serie sobre la naturaleza de la gracia de Dios en Cristo, conducida por el pastor de jóvenes. Su clara enseñanza bíblica sobre la gracia de Dios fue bien recibida, y él delineó con excelencia la libertad que tenemos en Cristo de la ley, del poder de la vieja naturaleza, y de todos los intentos carnales por complacer a Dios sin la sangre de Cristo. Algunos de los chicos, después de escuchar que no tenían que hacer nada para ganarse el favor de Dios, han empezado a “expresar su libertad” en ciertas
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