Dios el Padre, Guia del Mentor, MG06
/ 2 8 3
D I O S E L P A D R E
El testimonio de David en el pequeño Salmo 131 es una mina de oro de conocimiento para nosotros, al procurar cavar en las profundidades de la propia persona del Señor: Sal. 131.1-3 - Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; ni anduve en grandezas, ni en cosas demasiado sublimes para mí. [2] En verdad que me he comportado y he acallado mi alma como un niño destetado de su madre; como un niño destetado está mi alma. [3] Espera, oh Israel, en Jehová, desde ahora y para siempre.
El lenguaje bíblico claramente afirma: Dios es uno.
Dt. 6.4 - Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
1 Reyes 8.60 - . . . a fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que Jehová es Dios, y que no hay otro. Is. 44.6 - Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios. Además, Jesús es la Palabra hecha carne (Juan 1.14), y el Espíritu Santo es el Señor y dador de vida en la Iglesia (2 Co. 3.17-18). La Iglesia no ha dudado en enseñar la doctrina de la Trinidad. Sin pretender entenderla, ha dado testimonio a favor de ella; ha repetido lo que enseñan las Sagradas Escrituras. Algunos niegan que las Escrituras enseñen que hay una Trinidad en la Divinidad, apoyándose en que toda esta idea de una trinidad en la unidad es una contradicción de términos. Sin embargo, puesto que no somos capaces de entender la caída de una hoja de árbol junto a este camino, o la incubación de un huevo de petirrojo en aquel nido lejano, ¿por qué habría de constituir la Trinidad un problema nosotros? “Pensamos más altamente sobre Dios”, dice Michael de Molinos, “por saber que Él es incomprensible, y se halla por encima de nuestro entendimiento, que por concebirlo bajo cualquier imagen, y belleza de criatura, según nuestro torpe entendimiento”. Permitamos que los autores de nuestros libros de texto tengan la última palabra aquí:
~ A.W. Tozer. El Conocimiento del Dios Santo. Deerfield, Florida, 1996. p. 25.
Made with FlippingBook Publishing Software