Dios el Padre, Guia del Mentor, MG06

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D I O S E L P A D R E

Dios como Padre La Bondad de Dios

Bienvenido a la Guía de Mentor para la Lección 4, Dios como Padre: La Bondad de Dios. El enfoque general del módulo Dios el Padre es entender en el primer segmento la múltiple maravilla y bendición de la bondad de Dios hacia nosotros. De una manera completamente opuesta a la definición griega de “el bien” como un tipo de ideal ético, la opinión bíblica surge de la revelación personal de Dios como Aquel que es bondadoso y benévolo, y que concretamente demuestra esa bondad a toda la creación. La Escritura afirma con entusiasmo que YHWH es bueno y hace el bien a todo su universo, (1 Cr. 16.34; Sal. 119.68). La bondad del Señor está asociada con su mismo nombre (Sal. 52.9), todas sus promesas (Jos. 21.45), sus mandamientos favorables y dones (Sal. 119.39; Ro. 7.12; St. 1.17), y todas sus obras al moldear y supervisar toda la historia para sus propios propósitos (Gn. 50.20; Ro. 8.28). La creación misma fue formada a la luz de su bondad (Gn. 1.31), y en todos sus grandes hechos de redención y salvación Él demuestra ser bueno con su pueblo. Por ejemplo, fue bueno en liberar a Israel de Egipto (Éx. 18.9), y fue bueno al traerlos nuevamente a Él después del regreso del remanente de la cautividad (Esdras 7.9). Es más, la bondad de Dios es intrínseca a su persona, siendo demostrado en la liberación de sus santos (Sal. 34.8), en la salvación que provee a aquellos que creen en Cristo (Fil. 1.6). En un sentido, Dios sólo puede ser declarado como verdaderamente bueno (Sal. 14.1, 3; Marcos 10.18). En este segmento, nuestra intención es dar a los estudiantes un bosquejo de la maravillosa bondad de Dios expresada en los atributos morales de su perfecta pureza moral, integridad absoluta, y amor sin límite. La bondad de la perfecta pureza moral de Dios es expresada a través de su santidad, rectitud, y justicia, mientras que la bondad de su integridad es mostrada en su autenticidad, veracidad, y fidelidad. Finalmente, veremos que la bondad del eterno amor de Dios se ve en su benevolencia, gracia, misericordia, y persistencia. En el segundo segmento miraremos la severidad de Dios en contraste con su bondad. Exploraremos la ira de Dios contra toda maldad e impiedad. En el Antiguo Testamento, la ira de Dios se manifiesta contra el pecado y la injusticia (Nm. 11.10), contra la idolatría (Sal. 78.56-66), y contra aquellos que rechazan y resisten su buena, perfecta, y aceptable voluntad (Dt. 1.26-46; Jos. 7.1; Sal. 2.1-6). Vendrá el día cuando el Señor derramará su ira

1 Página 109 Introducción a la lección

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