El Manual de Entrenamiento Basico del Decano de Evangel

152 • E l manual de entrenamiento básico del decano de E vangel

¿Por qué desarrollar centros de extensión para la educación teológica?

¿Los líderes cristianos de entre los pobres urbanos merecen acceso a aportes teológicos formalizados y excelentes? Para aquellos de nosotros que responderían “Sí”, las preguntas inmediatas son “¿Cómo sucederá esto?” y “¿Qué aspecto tendría?” Para los pobres urbanos, rara vez dicha educación tomará la forma de educación tradicional en el seminario. Aunque a menudo son excelentes y completos en su capacitación, los seminarios tradicionales son demasiado caros, demasiado distantes culturalmente y demasiado alejados de los problemas inmediatos que dominan las preocupaciones teológicas de los pobres para ser la respuesta principal para su educación teológica.* En cambio, los centros de extensión innovadores para la educación teológica necesitan establecer que: • se encuentran en el contexto de la iglesia urbana, • priorizan las necesidades de las personas que ya están en el ministerio, y • se dirigen a las realidades culturales y socioeconómicas de los líderes cristianos del centro de la ciudad. Creemos que tales nuevos enfoques innovadores se encuentran directamente en la tradición evangélica, que brindan una oportunidad educativa única para la inversión de calidad y que son una respuesta esencial a los desafíos del entorno urbano.

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* Robert E. Freeman ofrece una perspectiva útil cuando dice: “El seminario protestante tradicional de EE. UU. En los últimos sesenta o setenta años se ha convertido en dos cosas prominentes: a) una comunidad de académicos que realizan investigaciones como académicos profesionales (lo cual es muy necesario para tratar con los muchos asuntos complejos de la actualidad), y b) un lugar donde los candidatos para el ministerio ordenado (y la beca cristiana) están capacitados. El seminario de extensión. . . de ninguna manera tiene la intención de reemplazar o restar importancia a la primera función crucial, pero tiene la intención de operar en paralelo a este último mediante un nuevo método que permite una selección más amplia y tal vez superior de estudiantes, ya que permite la participación de líderes probados. . . . La tarea del seminario no es hacer líderes, el llamado del seminario es entrenar a los líderes que Dios ya ha hecho” (Freeman, 1999, pág. 2).