El Manual de Entrenamiento Basico del Decano de Evangel

A péndice • 219

3. Los ancianos son siervos (Mat. 20:26-27; 23:11-12); estamos ansiosos por servir aunque a menudo sea difícil (1 Ped. 5:2). Nuestro modelo en servicio es Cristo y buscamos seguir su ejemplo (Juan 13:3-17). Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, [27] y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo;. . . [11] El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. [12] Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido (Mat. 20:26-27; 23:11-12). sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba, [4] se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. [5] Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido. [6] Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies? [7] Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después. [8] Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. [9] Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza. [10] Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos. [11] Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos. [12] Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? [13] Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. [14] Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. [15] Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. [16] De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. [17] Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis (Juan 3:3-17). 4. Los ancianos viven como ejemplos para la iglesia que dirigen (1 Ped. 5:3). Nos examinamos (Hch. 20:28-31a) y obedecemos la voz del Señor (cp. Ez. 34). Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. [29] Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. [30] Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar

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