El Ministerio Facultativo, Guia del Mentor, MG15
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E L M I N I S T E R I O F A C U L T A T I V O
a. Nuestra enseñanza debe demostrar una honesta pasión por Cristo, no toneladas magistrales de términos técnicos y métodos lingüísticos, Is. 28.10.
b. La enseñanza sólida es para corderos hambrientos, no para eruditos debatientes, Juan 21.15.
c. Debemos concentrarnos en lidiar con asuntos y situaciones que nuestros alumnos enfrentan.
(1) Felipe y el eunuco etíope, Hch. 8.26-40
(2) Como maestro, procure tener empatía hacia las situaciones de sus alumnos; haga este sacrificio por sus hijos espirituales, 2 Co. 12.14
B. Utilice un lenguaje sencillo al planificar la lección.
1. Olvide ser elocuente, concéntrese en ser claro, 1 Co. 2.1-2.
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2. Utilice términos bíblicos; pero trate de mantener su enseñanza en el mismo lenguaje que sus alumnos (excepto cuando alguna palabra pueda incrementar el aprendizaje, no su actuación).
3. Enseñe la Palabra de Dios usando el lenguaje de los alumnos a los cuales se dirige, 1 Pe. 4.11.
4. La sabiduría humana falla; procure presentar el “mensaje del Espíritu”, 1 Co. 2.13.
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