El Ministerio Facultativo, Libro De Notas Del Estudiante, SW15
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E L M I N I S T E R I O F A C U L T A T I V O
¿Clérigos o laicos?: ¿Clarificando o categorías confusas?
Hoy día es fácil en las iglesias distinguir entre los clérigos, los cuales son usualmente ministros entrenados profesionalmente en el seminario, y los “laicos”, clásicos miembros no profesionales de la iglesia. Ésta es una diferencia de categoría bien conocida, la cual es practicada en muchas denominaciones. Si bien esto no tiene por qué llevar a una división radical entre los cristianos de la comunidad, a menudo esta clasificación confunde a los miembros de la iglesia con respecto a sus papeles y estatus en el ministerio. Por lo tanto, el ministerio de enseñanza pasa a ser uno de los más significativos de la iglesia, y en la mayoría de los casos, no está asociado a ningún otro ministerio. En muchas iglesias existen dificultades para entender quiénes deberían llevar a cabo este ministerio. ¿La “educación cristiana” debe ser dirigida por clérigos ordenados, o no? ¿Aquellos que participan del ministerio de la enseñanza deben ser miembros del equipo pastoral, o no? ¿Qué lugar debe tener el ministerio de la enseñanza en la misma?, ¿debe ser practicado tanto por clérigos como por laicos, o sólo por uno de ellos, por tratarse de papeles enteramente separados? Es cada vez más notorio que las iglesias que crecen más rápido, las más saludables y las que tienen más visión misionera, son “iglesias del mismo tipo”, comunidades eclesiásticas que están unidas por su apego a una adoración, doctrina y misión en común. Más y más, las iglesias que mantienen una tradición buscan maestros que sean fieles a la misma, es decir, que enseñen la Palabra de Dios considerando la historia y creencia de la iglesia, y transmitan este mismo conocimiento a sus alumnos . Mientras en muchos sectores evangélicos, los maestros enseñan la Palabra de Dios con independencia a cualquier tradición o historia de la iglesia, se ha podido apreciar en la actualidad que las iglesias que crecen poseen una profunda identidad y sentido de pertenencia a una visión comunal, particular y bíblica. ¿Cuál es su opinión acerca de la naturaleza de la enseñanza y la necesidad de estar aliado a una denominación en particular? ¿Puede un maestro ser efectivo si no está dispuesto a aceptar una tradición, la cual debe representar y defender? Yo creo: La enseñanza dentro de una distinción bíblica y la tradición teológica
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