El Ministerio Facultativo, Libro De Notas Del Estudiante, SW15

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E L M I N I S T E R I O F A C U L T A T I V O

Tipo rudo, pero un maravilloso predicador

(Basada en una historia real). Recientemente, una iglesia urbana atravesó una difícil y penosa situación en su liderazgo, donde tuvieron que destituir al pastor a cargo. No se trataba de un tema de inmoralidad o herejía, sino a causa de su continuo maltrato a los miembros del grupo pastoral. Este pastor no era ni un buen administrador ni una persona que se relacionara íntimamente con la gente. Sin embargo, era un brillante predicador, maestro y expositor de la Palabra de Dios. Su ministerio de predicación y enseñanza transformaron literalmente la iglesia, afirmando a los miembros y haciendo que los no creyentes se acercaran a la misma. Su incapacidad para crear un cálido y acogedor ambiente en las reuniones del grupo pastoral condujeron a tristes resoluciones como respuesta a sus “explosiones”, y finalmente decidieron destituirlo. ¿Qué opina acerca de esta situación? ¿Debe un pastor/predicador estar igualmente dotado para presentar la Palabra de Dios como para liderar cálidamente a un grupo de personas? ¿Es posible no relacionarse íntimamente con los miembros de la iglesia y aun así predicar la Palabra de Dios en la congregación? Explique. Una iglesia urbana creciente tiene un pastor/predicador de la Palabra que cada vez es más influyente en la ciudad. Una de las principales atracciones de esta amistosa iglesia son los escuetos, claros y simples sermones del pastor. Él se centra en los temas relacionados a la vida de las personas en la iglesia, exponiendo la Palabra de Dios en cada enseñanza y proveyendo numerosas aplicaciones prácticas. Si surge algún tipo de problema, su predicación es predecible y “segura”. Él no diserta acerca de los temas difíciles de nuestro tiempo, sino que se enfoca en asuntos de índole ético, personal y familiar, evitando temas doctrinales o teológicos, a no ser que los mismos estén relacionados con un tema “aplicable a la vida de la congregación”, lo cual es el mayor interés en sus prédicas. Cuando se le pregunta acerca de su predicación, su calidad y el hecho de no lidiar con temas contemporáneos o cotidianos, él dice: “para predicar todo el consejo de Dios , planifico mis sermones con tres años de anticipación. De esta manera, garantizo recorrer toda la Biblia en estos años, ya que no creo que haya que predicar las interrogantes inmediatas que las personas tengan en la actualidad”. ¿Qué opina acerca de esta estrategia? ¿Cuáles son sus fortalezas y sus debilidades? ¿Consideraría utilizar esta estrategia para sus predicaciones? ¡Mis sermones están planificados para los próximos tres años!

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